La "desgarradora" realidad de la conmemoración de la 31 de AgostoPedro Martinez
Hoy es un día especial para Donostia. Una jornada en la que se recuerdan muertes, dolor y guerra. La quema de la calle 31 de Agosto, que se conmemora anualmente, es un solo una parte de toda la calamidad histórica que engloba el asedio de 1813. Sin embargo, el trasfondo y contexto en el que ocurrió es aún desconocido para muchos donostiarras.
El historiador y arqueólogo José María Leclercq ha redactado el libro Aquel verano de 1813, fruto de una investigación que le ha llevado más de 25 años, donde explica de manera cronológica y didáctica el horror vivido en Donostia durante el asedio.
La publicación, disponible en las librerías donostiarras desde el próximo martes, relata la historia a través de documentos oficiales y cartas históricas que ha logrado recopilar a lo largo de estos años. Se trata del trabajo más profundo realizado hasta la fecha sobre este hecho histórico.
"Envenenarse" con la información
Después de heredar documentación sobre el asedio de Donostia de su padre, Leclercq decidió ojearlo y, tras “envenenarse” con toda la información, decidió emprender una búsqueda histórica de más de 25 años estudiando exclusivamente los hechos que acontecieron hace más de 200 años. Así, se encontró con una ingente cantidad de documentación que decidió divulgar compartiendo las memorias y cartas escritas de las personas que estuvieron presentes durante el verano de 1813.
El libro es un conjunto de toda la información que ha recopilado, ordenada de manera cronológica, que concluye en un relato “terrible” contado por los propios protagonistas del asedio.
La forma de escribir este relato histórico es “novedosa por el enfoque”. No es un libro que sea necesario leer en orden, sino que se puede “abrir, leer lo que te ha salido y consultar otros capítulos”. A pesar de sus 844 páginas, Leclercq recalca que es de lectura fácil. “Está dividido en dos partes”, explica, “una es la parte del asedio y otra es de consulta”, como el regimiento, los barcos que utilizaban, etc. Los documentos oficiales están acompañados de extractos en los que se citan las cartas de los personajes que aparecen.
Subraya su neutralidad a la hora de redactar el relato, exponiendo la información y dejando al lector crear su propio juicio sobre los hechos. El relato compone varias “columnas vertebrales” como las memorias de Frazer, comandante de la artillería británica, sobre las cuales ha añadido otras memorias, de las cuales algunas son conocidas y otras son “completamente desconocidas”.
José María Leclerq, en la 31 de Agosto, con su libro 'Aquel verano de 1813'
Cartas de los soldados
Uno de los descubrimientos más relevantes, señala Leclercq, han sido varios documentos que daban a entender que los donostiarras sí habían colaborado con los franceses. No obstante, matiza que fue “una pequeña parte de los donostiarras”.
Una peculiaridad que se puede encontrar en el libro es la memoria de soldados, quienes eran “analfabetos, sobre todo los británicos”, siendo “difícil” encontrar textos desde su perspectiva. En algunos de ellos incluso explican cómosaquearon la ciudad. “Hay uno muy duro que dice: Disparamos el mosquete contra un cerrojo para abrir la puerta y la bala mató a tres mujeres que había dentro”, lo cual “no puede ser y te va abriendo puertas a lo que realmente pasó”, explica. Otro de ellos es de un artillero británico que “está bombardeando a los donostiarras un domingo y, tras escuchar las campanas de Santa María, piensa: Pobres donostiarras que están intentando hacer una vida normal mientras los estamos bombardeando”.
José María Leclercq subraya que “no se ha hecho nada a este nivel sobre el asedio de Donostia”, puesto que el libro también recoge el nombre de los 3.000 soldados franceses que defendieron Donostia junto con sus profesiones. También cuenta con la biografía de varios británicos que participaron en el desastre. Destaca la diferencia en la composición de los dos ejércitos, ya que el francés estaba formado por soldados de recluta, no profesionales, mientras que el británico estaba integrado por personas “de los bajos fondos o gente que había sido condenada”.
Sin embargo, deja claro que lo relatado en Aquel verano de 1813 es “muy importante y desgarrador”, y plasma los casos “más llamativos” y algunos “terribles y duros”.
72.000 proyectiles
Como presidente de la Asociación Donostia 31 kultur taldea, resalta la recreación didáctica que conmemoran anualmente. Durante este acto utilizan mosquetes y cañones: “Si se asustan con el disparo de un mosquete o un cañón de seis pulgadas, imagínate lo que fue un cañón de 24 pulgadas disparando más o menos 72.000 proyectiles durante dos meses”. Los ruidos de los disparos se escuchaban desde Donibane Lohizune.
El asedio de Donostia no fue solamente una guerra local, sino que tuvo repercusión en toda Europa, donde lucharon el imperio francés (franceses, italianos, luxemburgueses, belgas, alemanes holandeses y españoles) contra el ejército británico.
Programa de actos 31 de agosto:
- 11:30 Misa solemne en la iglesia de San Vicente.
- 12:45 Ofrenda floral en la Puerta de Mar (Portaletas).
- 17:00 Acercamiento de las sociedades de la Patiña desde la plaza Virgen del Coro hasta la plaza Zuloaga.
- 17:00 Cañoneo entre el Kursaal y la Batería del Mirador. A continuación acercamiento de las fuerzas aliadas desde el Kursaal hasta la plaza Zuloaga.
- 18:00 Reconocimiento por parte de la "Asociación Donostia 31 kultur taldea" al banco de alimentos de Gipuzkoa y salida del desfile conmemorativo desde la plaza Zuloaga.
- 19:00 Minuto de silencio en el kiosko del Boulevard y comienzo del asedio a la ciudad.
- 21:00 Escenificación del asalto al castillo y quema de Donostia en la plaza Zuloaga.
- 21:30 Simulación del incendio de la ciudad en el paseo de los Curas y Batería del Mirador / Repique de campanas en diversas iglesias de la ciudad / Apagón de luces y encendido de velas en la calle 31 de Agosto / "Paseo ceremonial a la luz de las antorchas" desde el atrio de San Vicente hasta la Basílica de Santa María.