El Ayuntamiento de Donostia ha descartado que en la ciudad existan actualmente casos sospechosos de “empadronamientos irregulares” y tampoco ha hallado indicios de registros “masivos” de personas en una vivienda.

Así lo ha respondido por escrito el alcalde, Eneko Goia, al grupo municipal del PP, que presentó en una reciente comisión una batería de preguntas sobre esta posible situación, que sí ha sucedido recientemente en otras localidades guipuzcoanas como Irun o Eibar.

 En concreto, a la pregunta del PP sobre si hay un control del Ayuntamiento sobre el flujo de altas y bajas del padrón “asociadas a inmuebles, viviendas y establecimientos comerciales”, el primer edil respondió que “existe un dispositivo permanente de comprobación de los datos del padrón”. 

Con carácter general, “cada año se realiza un proceso de comprobación del conjunto de la ciudad”, indicó Goia, que añadió que, “en caso de detectarse situaciones potencialmente irregulares a través de la gestión ordinaria, se efectúan las gestiones y comprobaciones necesarias”.

Más de diez personas

A la pregunta de cuántos locales o viviendas tienen más de diez personas empadronadas, el primer edil manifestó en su contestación que en la última comprobación, realizada a finales de 2023, se detectaron 77 inmuebles con diez o más empadronados y que “en su práctica totalidad” eran residencias de estudiantes, domicilios en villas de al menos 250 metros cuadrados y residencias de comunidades. “No se ha detectado ningún caso sospechoso de acoger un empadronamiento irregular”, destacó.

Los populares también interrogaron sobre la labor de los servicios municipales si se da el caso de que haya algún local o piso con más de diez personas empadronadas. “¿Salta alguna alarma en los servicios municipales?”, cuestionó el PP en su pregunta.

En ese caso, describió el regidor, si se detectan diez o más personas en un inmueble que por sus características, es inadecuado para ese número de habitantes, el Ayuntamiento inicia un proceso de comprobación y la Guardia Municipal verifica si esas personas residen o no en ese lugar. Este caso no se ha registrado en los últimos tiempos en Donostia, añadió Goia.

Edificio del Seminario, una residencia religiosa, donde se contabilizan grupos más numerosos de personas Ruben Plaza Etxabe

En Irun y Eibar

En los últimos meses, tanto en Irun como en Eibar, por su parte, se han detectado algunas viviendas en las que había más personas de las aconsejadas, según sus dimensiones, y en ambos casos existía un proceso de empadronamiento ficticio detrás.

En concreto, el inquilino de un piso fue multado en Irun por haber empadronado a más de 90 personas en un periodo de dos años, a cambio de distintas cantidades económicas que oscilaban entre los 100 y los 900 euros, según informó la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa. El residente en el piso fue acusado de “empadronar ilegalmente a ciudadanos extranjeros en su domicilio” con el objetivo de extraer de la operación un rendimiento económico.

A finales de 2022, por otra parte, la Policía Nacional detuvo a un hombre en Eibar acusado de alojar en condiciones insalubres y empadronar de forma irregular a 49 inmigrantes.

En Donostia se contabilizan en la actualidad más de 188.000 habitantes, cerca de un 9% de las cuales son de nacionalidades extranjeras. Más de cien procedencias distintas tienen representación en el padrón donostiarra en la actualidad.

Los barrios más poblados, como el Centro, Amara Berri y Altza, son los que mayor número de vecinos de nacionalidad extranjera acogen.