La renovación del Guardetxe de Urgull cuenta en el presupuesto de este año, recién aprobado por el Ayuntamiento de Donostia, con una partida económica de 180.000 euros, por lo que las obras podrían comenzar en los próximos meses. El edificio se encuentra cerrado y sin uso desde el año 2019, cuando finalizó la concesión al colectivo cultural Banda Bat, que lo utilizó durante una década.

A partir de entonces, distintos factores, como la pandemia, el hecho de que sea un edificio protegido y el coste de la intervención prevista, han hecho que construcción de piedra, de 236 metros cuadrados de superficie e interior abovedado, siga cerrada, a la espera de que se pueda rehabilitar, atajar su deterioro y volver a utilizar para algún tipo de actividad, que aún no está concretada.

El Ayuntamiento de Donostia dispone ya de un proyecto para renovar el edificio, un documento redactado por el arquitecto Iñigo Cabañas Etxeberria. Las actuaciones previstas ascienden 259.798 euros y consisten básicamente en poner a punto una construcción histórica, que ha sufrido en los últimos tiempos algunas intervenciones básicas para evitar su deterioro, pero necesita más.

Vivienda

Según catastro, el edificio tiene uso de vivienda y fue construido en el año 1912, aunque también se ha barajado que fuese del siglo XIX. Esta versión señala que se trató de un antiguo edificio militar, posteriormente usado por el guarda del monte Urgull, encargado de cuidarlo. El pabellón sufrió un incendio en 2007, tras lo que fue arreglado y dos años después, adjudicado a la asociación Banda Bat.

Interior del edificio del Guardetxe, en la actualidad. N.G.

El pasado año, el Gobierno municipal avanzó que sus planes consistían en rehabilitar la construcción y volver a adjudicar la gestión del recinto a alguna asociación de tipo cultural.

Saneamiento

En el año 2020, el edificio acogió intervenciones urgentes para solucionar los problemas de saneamiento, que inundaron de agua sucia el recinto, y también se mejoró la iluminación. Sin embargo, quedan aún cuestiones principales por solucionar, como prevé el documento que ya obra en manos del departamento de Mantenimiento del Ayuntamiento de Donostia.

Para poder dar inicio a la obra, además, el Consistorio necesita el permiso de la Diputación, competente en materia de protección del patrimonio histórico, ya la Parte Vieja, incluido Urgull, fueron calificados en 2019 como Conjunto Monumental. Además, el edificio dispone de un grado 3 de protección según el Plan Especial de Rehabilitación de la Parte Vieja del año 1995.

Por el momento, según explican fuentes del departamento de Mantenimiento Urbano, en manos del concejal Carlos García, en cuanto se pueda, el Ayuntamiento dará inicio a los trabajos principales y, una vez decididos los usos futuros del inmueble, se completará la actuación en consecuencia. A la espera de una concreción futura, el proyecto indica las actuaciones mínimas que tendrá que sufrir el edificio de piedra.

Ventana del Guardetxe N.G.

Visitas al edificio

Hasta el momento, la memoria explica que se han llevado a cabo trabajos de picado de los raseos de la bóveda y de demolición de los antiguos aseos existentes, “sin que se hayan continuado los trabajos por la envergadura del coste que alcanzaban los mismos”. Durante los pasados meses de octubre y diciembre se giraron visitas al edificio para ver el estado de conservación de las fachadas, cubierta y espacios interiores. Además, se tomaron datos del estado actual de la construcción y las patologías que le afectan.

El proyecto arquitectónico prevé renovar todas las instalaciones del edificio. Es decir, la ventilación de aseos y office, la fontanería, el saneamiento, la protección contra incendios, la instalación eléctrica de baja tensión, las telecomunicaciones y el sistema anti-intrusión. 

Antes de ello, se deberán retirar todos los residuos del interior, entre ellos el remate de fibrocemento de la chimenea en su parte superior, un material peligroso, ya que contiene amianto.

Además, se instalarán contadores para el consumo, tuberías de distribución de agua fría para los aparatos sanitarios y una red de recogida de las descargas de los aparatos sanitarios, que se conectará con la red de las mismas características del exterior del recinto.

El edificio tiene una única planta, con cubierta a dos aguas, con tejas, y un espacio interior con una bóveda de cañón. Junto al volumen principal, hay una edificación anexa, más pequeña, con cubierta a un agua, también de teja. El conjunto se ubica en la subida a Urgull por la calle Elbira Zipitria y está vallado. Muy cerca se ubica el convento de Santa Teresa y a su lado, una de las vallas que permiten cerrar el monte por las noches.