La gestión del Guardetxe de Urgull saldrá a concurso en el futuro y no se reservará a asociaciones o agentes de la Parte Vieja. Así lo señaló este jueves la concejala de Igualdad y Derechos Civiles, Ane Oyarbide, en su respuesta a la moción de EH Bildu, en la que criticó la tardanza en la puesta a punto del edificio histórico, que encuentra sin uso desde hace tres años y medio. La coalición soberanista solicitó en su moción que el Ayuntamiento de Donostia se ponga en contacto con entidades de la Parte Vieja “interesadas en los futuros usos del edificio”, una solicitud que no concitó apoyos.

El corporativo Markel Ormazabal de EH Bildu recordó que el edificio, que ahora forma parte del conjunto monumental de la Parte Vieja, fue gestionado de 2009 a 2019 por el colectivo Banda Bat, que le dotó de numerosas actividades culturales. La moción pedía también solicitar que se gestionen de modo urgente las autorizaciones necesarias para llevar a cabo las obras de rehabilitación, que afectan a la bóveda, entre otros puntos.

Oyarbide, por su parte, reconoció que ha pasado demasiado tiempo desde que el edificio se encuentra sin uso, pero añadió que es necesario encargar un proyecto de rehabilitación y que sea autorizado por la Diputación, competente en patrimonio. La concejala socialista añadió que este año se han dispuesto 50.000 euros para iniciar los proyectos.

Tampoco fue aprobada la moción de EH Bildu para que el Gobierno municipal desista de permitir la instalación de un complejo de ola artificual en Antondegi por “coherencia con los planes municipales de emergencia climática”, que rechazan la artificialización de nuevos suelos.

El edil popular Mikel Lezama dijo “no entender” la postura de EH Bildu y defendió el proyecto que, a su juicio, es una iniciativa sostenible que generará empleo de calidad. “Critican que sea artifical pero esa es la gracia. Igual nos piden quitar las piscinas del Patronato porque hay mar, rocódromos o máquinas de remo y spinning”, señaló el corporativo.

También la portavoz socialista, Marisol Garmendia defendió el proyecto de ola artificial. “Luego se irá a Bilbao y tendremos que oír que por qué”, señaló. La concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus, por su parte, recordó que ocupará 6,2 hectáreas, mientras que las 54 restantes de Antondegi, antes destinadas a viviendas, serán de nuevo rurales.