Los árboles más especiales del parque de Cristina Enea cuentan ahora con una placa identificativa, con el fin de que los paseantes conozcan sus características. En total, se han instalado 29 carteles en otros tantos ejemplares, incluidos ocho que quedarán protegidos con la categoría de "singulares" en el nuevo Plan General en elaboración. En el documento urbanístico en vigor, hay dos ejemplares protegidos: la encina de Berio y el roble de Igara.

La figura de los árboles singulares está recogida en la Ley de Conservación de la Naturaleza del País Vasco que se refiere a árboles que por sus características, tamaño, edad, historia o belleza, merecen una especial protección. Los árboles seleccionados en Cristina Enea como singulares incluyen un logotipo en la placa que los identifica como tales.

En el caso del parque de Cristina Enea, la secuoya roja, el ginkgo y el cedro del Líbano son algunos de los ejemplares más llamativos. Tejos, cerezos y plátanos son otras especies visibles en el parque.

Los nuevos paneles informativos incluyen el nombre científico de la especie, en latín, así como sus versiones en euskara y castellano. Además, mediante un código QR se puede acceder a la renovada web del departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento, que incluye las fichas de los ejemplares, así como información de cada especie.

El gran cedro el Líbano de Cristina Enea. Esti Veintemillas

"El objetivo es dar a conocer mejor el patrimonio natural, aquellos árboles que reúnen una serie de características especiales y disfrutan de un buen estado de conservación", destacó la concejala de Ecología, Marisol Garmendia.

Asimismo, explicó que, junto a las nuevas placas informativas, se ha creado un itinerario botánico en Cristina Enea para dar a conocer su riqueza arbórea. "Las señales, en soporte metálico, se han colocado hace unos días y, desgraciadamente, han comenzado ya a ser vandalizadas, bien arrancando el cartel, pintarrajeándolo o moviéndolos de sitio", lamentó la corporativa.

El Ayuntamiento ya ha reparado los desperfectos y apela a la ciudadana a "no dañar este material que es importante para resaltar y conocer la riqueza de especies del parque".

Las placas informativas se han instalado gracias a los fondos de Next Generation.

Los árboles de Cristina Enea, plantados en su mayoría antes de que el parque creado por los Duques de Mandas pasase a manos del Ayuntamiento, son muy variados y algunos de gran calidad, aunque la edad hace mella en ellos. Por ello, el Ayuntamiento lleva a cabo un seguimiento especial.

En 2019, por ejemplo, se detectó un hongo que afectó a siete castaños, y puso en peligro su estabilidad. Además, con el fin de proteger algunos ejemplares, como el gran cedro del Líbano, se ha acotado un círculo alrededor del tronco para regenerar el suelo bajo el que se esconden las raíces.