La empresa de transporte público de Donostia Dbus prevé poner en marcha a lo largo de este mes de octubre los distintos cambios que han sido diseñados con el fin de cumplir los horarios y mejorar la puntualidad. Las modificaciones en las líneas alargarán algunas frecuencias, como las de las líneas 13-Altza y la 17-Gros-Hospitales, y cambiarán los recorridos en otros casos como el del 5-Benta Berri, que dejará de atravesar la calle Matia entre las 9.00 y las 20.00 horas para transitar por las avenidas de Zumalakarregi y Tolosa, con el objetivo de ahorrar tiempo.

Fuentes de Dbus explicaron que aún no hay fechas concretas para implantar los cambios proyectados, que podrían llevarse a cabo por fases, pero que se pondrán en marcha a lo largo de este mes de octubre.

Básicamente, la empresa municipal busca compaginar la puntualidad, que ha empeorado tras los últimos cambios de tráfico, con el descanso de los conductores, sin aumentar la inyección económica a la compañía. Este año, la aportación municipal para cubrir el funcionamiento de Dbus ha sido de 30 millones de euros, según señaló la concejala de Tráfico, Olatz Yarza, en el último Pleno, el pasado jueves.

Así, como algunas líneas tardan más ahora en cubrir toda la vuelta, se ampliarán sus frecuencias uno, dos o tres minutos, según los casos. Por ejemplo, la línea 13-Altza, la segunda más utilizada, que actualmente pasa cada seis o siete minutos, cambiará su frecuencia a siete u ocho minutos en las franjas horarias de 9.00 a 12.00, de 14.30 a 16.30, y de 19.30 a 21.00 los días laborables.

En el caso de la línea 17-Gros-Amara, los vehículos llegarán a las paradas cada doce minutos, en lugar de cada diez, como hasta el momento, entre las 9.00 y las 20.00 horas los días laborables. 

La línea 26-Amara-Riberas-Martutene, entre las 9.00 y las 20.00 horas los días laborables, saldrá cada 15 minutos, en lugar de cada doce.

Para otros trayectos, Dbus opta por cambios de recorrido, de modo que se ahorre tiempo. Por ejemplo, el previsto en la línea 5-Benta Berri, la tercera más utilizada, hará que deje de pasar por la calle Matia para hacerlo por las avenidas de Tolosa y Zumalakarregi, de 9.00 a 20.00 horas, y ahorrar así cuatro o cinco minutos, como los autobuses que llegan hasta Zuatzu.

En otros casos, el plan consiste en quitar paradas y cambiar las terminales. Por ejemplo, la 8-Gros-Intxaurrondo retrasará su parada final al Boulevard 15 en vez de la actual (Boulevard 19).

Algo similar sucederá en la línea 9-Egia-Intxaurrondo, que terminará en Okendo 18 (habrá dos o tres minutos menos de recorrido) y la 8-Gros-Intxaurrondo que finalizará su trayecto en Boulevard 15 en vez de en Boulevard 19. En la línea 42-Aldapa-Egia se situará el final en Okendo 18 y no circulará por el Kursaal sino por paseo de Colón.

Para la 14-Bidebieta está previsto que el autobús circule por la avenida de Navarra en vez de hacerlo por la Gran Vía. 

Las modificaciones en horarios y trayectos podrán seguir en el futuro, una vez que se incorporen a la flota los nuevos autobuses eléctricos que ya han sido encargados por la empresa municipal de transporte, que ha recuperado gran parte del descenso de viajeros motivado por la pandemia. De hecho, en el primer semestre del año superó los 14 millones de viajes, un 17% más que los registrados en el mismo periodo de 2022.

Marquesinas para discapacidad visual

Medio centenar de paradas de Dbus cuentan desde el pasado mes de septiembre con un nuevo sistema de códigos QR que permite a las personas con discapacidad visual ubicarse con sus móviles de manera autónoma y obtener la información de la parada, así como el tiempo de espera a los autobuses que lleguen y su destino. El sistema de guiado, denominado Navilens, ofrece también locuciones e indicaciones para orientarse. Los usuarios pueden leer el códido QR desde distancias de 15 metros a través de una aplicación específica. La cámara del móvil reconocerá los códigos en 30 segundos, sin necesidad de que sean enfocados. Además, permite leer varios de modo simultáneo y con los usuarios en movimiento.