El Ayuntamiento aprobó este martes el concurso para reformar la segunda zona de huertas del camino de Marrus, en Altza, cercana al primer conjunto que se puso en funcionamiento y cuyas parcelas acaban de ser sorteadas de nuevo, tras una década en manos de los mismos usuarios. 

La segunda zona abierta por el Consistorio tuvo que cerrarse en 2017, tras la aparición de amianto en algunos puntos. Desde entonces la zona se encuentra vallada para impedir el acceso. Las dos zonas de huertas habilitadas para el ocio de la ciudadanía se ubican en zonas verdes cercanas a Garbera y el caserío Lau Haizeta y se accede a ellas por el camino de Marrus.

La Junta de Gobierno dio luz verde al concurso para la regeneración de las segundas huertas, que se divide en dos lotes diferentes. Uno de ellos se destinará a la cobertura de la zona contaminada y el acondicionamiento del área para su transformación en un espacio de estancia y acceso al recinto hortícola. Su coste será de 200.730 euros, más IVA, y el plazo de ejecución, de tres meses. La segunda actuación, que consiste el adecuar el terreno para las propias parcelas, costará 143.081 euros, más IVA, según el proyecto, y su periodo de ejecución será de dos meses. Las dos actuaciones serán ejecutadas de modo consecutivo, por lo que la nueva zona de huertas tardará cinco meses en convertirse en realidad una vez iniciadas las obras.

El concurso también prevé una oferta integradora, es decir, para ambos lotes a la vez, por 284.142 euros, sin IVA. 

Plan de control

Antes del inicio de los trabajos, el Ayuntamiento deberá presentar un Plan de Control Ambiental de fibras de amianto en el aire, según señala la Dirección de Calidad Ambiental y Economía Circular del departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco.

Aunque en el pasado este recinto se abrió para 138 huertas, en el futuro serán menos, ya que una parte del terreno dejará tener uso hortícola y se cubrirá con materiales de obra, como se aconseja en este caso para atajar cualquier riesgo derivado del amianto.

La primera zona de huertas ciudadanas, por su parte, está compuesta por 88 parcelas, que se habilitaron en el año 2014. El conjunto cuenta con tomas de agua y una caseta para los aperos de labranza, entre otros servicios. Entonces, un millar de ciudadanos, muchos de ellos atraídos por la novedad, se apuntaron al sorteo para hacerse con una de las parcelas. 

Nueve años después, en el segundo sorteo de aquellas huertas, han sido la mitad (551) los interesados en cultivar la tierra para su consumo personal. El sorteo tuvo lugar el pasado 2 de marzo en el Ayuntamiento y se llevó a cabo por cupos de edad, como la primera vez.