Las marcas internacionales de joyería se han fijado en los últimos tiempos en el Centro donostiarra, un conjunto de calles de sabor Belle Époque, que encandilan no solo a donostiarras y otros propietarios de viviendas de esta parte de la ciudad como a los nuevos millonarios internacionales, que han llegado a ofrecer pisos en el corazón de la capital guipuzcoana como regalo de bodas o de jubilación.

En un año, la Avenida de la Libertad y sus calles adyacentes verán implantar tres nuevos comercios de joyería pertenecientes a cadenas de prestigio, que se han unido a la treintena de establecimientos que ya existían, repartidos por casi todos los barrios de la ciudad.

En febrero de hace un año desembarcó en la Avenida la joyería Suárez, que ocupa el local que antes acogió la tienda de ropa y complementos Uterque (de Inditex) y, anteriormente, el clásico comercio de moda Ramón Hernández.

La joyería Suárez, una de las marcas españolas más conocidas del sector, tiene su origen en 1943, cuando Emiliano Suárez Faffián fundó en Bilbao una primera tienda-taller de joyería de veinte metros cuadrados, germen de lo que es hoy el grupo joyero Suárez. La cadena abrió en 1980 su primera tienda en Madrid y se ha ido extendiendo por distintos países.

A este comercio de alhajas de alto nivel se le adelantó en 2014 otra tienda de joyas y bisutería, Aristocracy, perteneciente al mismo grupo aunque de gama inferior. Esta tienda se ubicó en la misma Avenida, esquina con Churruca, en un local que también antes estuvo ocupado por una joyería clásica donostiarra: Durant.

En las últimas semanas, otras dos firmas de joyas han anunciado su apertura en las calles peatonales del Centro donostiarra. 

Una de ellas se situará se situará muy cerca de las anteriores, en Churruca 2 esquina con la plaza de Gipuzkoa, uno de los lugares de la ciudad en los que el metro cuadrado de vivienda puede superar los 8.000 euros por metro cuadrado, según los últimos datos conocidos, que sitúan el Centro donostiarra en el tercer puesto del Estado en precios de vivienda.

En este local, ubicado en una planta a ras de calle de 115 metros cuadrados, se abrirá a finales de mes la joyería francesa Mauboussin, fundada en 1827 en París. La tienda donostiarra será la primera del Estado español, según explica Areizaga Inmobiliaria, que ha gestionado el alquiler. Esta enseña del sector joyero cuenta con tiendas propias tanto en los mercados estadounidense, asiático, luxemburgués y, sobre todo, francés.

Otra firma de joyería que se abrirá próximamente, en este caso en la calle San Marcial 16, es PdPaola, una marca también francesa que ocupará un local comercial de 300 metros cuadrados distribuidos en dos plantas.

En esta zona céntrica de la ciudad se han abierto últimamente otros comercios del segmento premium como American Vintage, Maje, Brownie, Purificación García, Apple (PRS), Sandro, etc...

VISITANTES

Las nuevas incorporaciones de firmas de adornos, relojes y otros complementos de metales preciosos recuperan una tradición que ya se dejaba notar en los primeros años del siglo XX, donde no pocas casas francesas de joyería abrieron sus sedes en Donostia, donde los veraneantes y otros visitantes con dinero que escapaban de la guerra en Europa podían gastar en joyas que, además, disfrutaban de menos impuestos que al otro lado de la frontera.

Los historiadores locales Lola Horcajo, Juan José Fernández Beobide y Carlos Blasco recopilaron en su revista sobre joyerías, relojerías y platerías, de la colección Comercios Donostiaras, un total de 40 establecimientos del ramo, muchos también sucursales directas de París. Algunos fueron fundados en el siglo XIX y otros hace treinta años. Aunque muchos de estos comercios han desaparecido, otros siguen funcionando, como la Relojería Internacional, Joyería Ayestarán, Casa Munoa, Eguzkilore y otras.