La obra de creación de un conducto alternativo al canal bajo del Añarbe, aquejado de numerosas grietas y desperfectos, que ponen en peligro el abastecimiento de agua a Donostialdea, será ejecutada por la las empresas Dragados y Moyua por 27 millones de euros. Otros 930.711 euros más se destinarán al contrato de control de obras, lo que suma gasto total de 28 millones de euros, sin IVA. El concurso de obras salió por 30 millones, más 21% de IVA, es decir, dos millones menos que lo previsto, lo que supone un descenso del 10%.

El plazo de ejecución de esta actuación será de 31 meses por lo que estará lista en 2026, tal como se anunció el pasado verano.

La sociedad estatal de Aguas y Cuencas de España (Acuaes), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, que firmó un convenio en agosto con Aguas del Añarbe para llevar a cabo esta actuación, ha autorizado en su reunión de hoy la adjudicación de la obra y su control a las citadas empresas.

Esta intervención, que está pendiente de ejecución desde hace más de veinte años, garantizará el suministro de agua a una población de 318.000 habitantes tanto de Donostia como de Errenteria, Pasaia, Hernani, Lasarte, Oiartzun, Usurbil, Lezo, Urnieta y Astigarraga.

Una vez que se haya terminado la obra no habrá temor a que se produzcan roturas o colapsos en el viejo canal bajo, que funciona de modo ininterrumpido desde su construcción en 1958.

Además, se podrán ir programando paradas en el canal bajo con el fin de ir rehabilitándolo mientras el suministro de agua a Donostia y los municipios de su entorno se lleva a cabo por el nuevo conducto alternativo.

Está previsto que las obras sean cofinanciadas en un 80% por los fondos Next Generation de la Unión Europea en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, según informó la empresa estatal Acuaes.