La cerveza artesana es un mercado en claro auge y buena prueba de ello es Lauter Craft Beer, un local que abrió el pasado mes de junio en pleno paseo de La Zurriola y que ofrece lo mejor del sector, con un marcado carácter guipuzcoano y con un plus que le ha valido el reconocimiento como comercio innovador de Donostia: la cerveza se sirve en 18 grifos. El concepto de alimentación a granel ha llegado a esta bebida.

El negocio lo lleva Diego Polo, un gasteiztarra que vino hace siete años a Donostia a estudiar Ciencias Gastronómicas en el Basque Culinary Center y que poco a poco fue adentrándose “en el mundo de la cerveza artesana”, primero en una reputada fábrica barcelonesa, Garage Beer, y luego en Bidassoa, “una de las principales fábricas de cerveza artesanal en Gipuzkoa”. Esta experiencia le animó a abrir Lauter Craft Beer, heredando un local dedicado a la cerveza que estaba situado en el mismo local.

En Lauter hay “más de 200 referencias” de latas y botellas, pero lo que más llama la atención son los 18 grifos, con otras tantas variedades de cerveza artesana. “Ni en Donostia ni en Euskadi hay un local con este formato”, destaca Diego. “El origen del concepto está en el extranjero, en países donde está más instaurado y desarrollado el concepto de cerveza a granel como puede ser Rusia o la República Checa, o incluso países de Sudamérica como Chile o Uruguay”. Este concepto se puede disfrutar ahora en pleno Gros.

Cervezas guipuzcoanas

De los 18 grifos, los 8 primeros son fijos, con otras tantas cervezas artesanas “de las cuatro principales fábricas de cerveza artesana de Gipuzkoa, que son Basqueland, Bidassoa, Mala Gissona y Gross”, cuenta el propio Diego: “Con estas cuatro fábricas completo lo que llamo la gama base. Son cervezas tirando a sencillas y variadas para que cualquiera pueda descubrirlas”. Esto es posible porque en Gipuzkoa “hay una cerveza artesana de primerísimo nivel nacional y que se empieza conocer a nivel internacional. El sector de la cerveza artesana está en auge y Gipuzkoa y Catalunya son la punta de lanza”.

Los otros 10 grifos van variando: “Meto también alguna otra cerveza de estas fábricas guipuzcoanas y completo la oferta con otras cervezas nuevas para quien quiera experimentar. Hay variedad de estilos, dependiendo de las tendencias del mercado, e intento apoyar también a pequeñas fábricas que quizás no sean tan conocidas pero hacen las cosas bien. Por ejemplo, en el grifo 14 ahora tengo la cerveza Meta, que es de una fábrica de Astigarraga”.

En los 18 grifos se pueden llenar botellas de “medio litro o un litro con la misma técnica que se llena una lata o una botella en una fábrica. El cliente se puede llevar la cerveza en perfectas condiciones y le dura varias semanas en casa. Está también la opción de comprar un envase de vidrio que se puede reutilizar o incluso de comprar un barril de cinco litros para celebraciones”.

Admite Diego que “una variedad IPA (indian pale ale) puede ser un shock si pasas de una cerveza lager industrial, lo que puede dar una impresión negativa sobre la cerveza artesana, con prejuicios como que es amarga, demasiado contundente y con mucha carga alcohólica”. Sin embargo, asegura que “hay una enorme variedad de cervezas artesanas ligeras, para cualquier paladar y que además son asequibles para el bolsillo. Pruebas la cerveza Agina, por ejemplo, que la tenemos aquí, y te quita los prejuicios porque es rica y refrescante. Y hay cervezas artesanas de trigo, negras de baja graduación o ácidas que sorprenden”.

Para todos los gustos

Cree este empresario gasteiztarra que hay cervezas artesanas para todos los públicos: “Los ocho primeros grifos son una estrategia a largo plazo que tenemos para que la gente descubra que hay cervezas para todos los paladares. Después de varios años en el sector de cara al público, rara es la vez que alguien viene y, con un par de preguntas que le hago, no encuentra su cerveza ideal. Me gusta dedicar el tiempo necesario a cada cliente. Alguno se sorprende con sabores nuevos después de haber bebido cerveza toda la vida”.

Destaca también en el sector el cuidado de la imagen, cuestión “muy relevante” para las empresas, como confirma Diego. Las latas y botellas tienen etiquetas que son verdaderas obras de arte y que tienen un colorido que llama la atención al cliente. Aprovecha el dueño de Lauter Craft Beer para “desmontar otro prejuicio”, ya que asegura que “la lata es el mejor envase para la cerveza artesana” pese a que es el recipiente que peor fama tiene.

Diego está “encantado” con el reconocimiento que ha recibido por parte de San Sebastián Shops porque le ayuda a dar a conocer su negocio, abierto hace apenas medio año. De cara al futuro inmediato, tiene preparadas “iniciativas para llegar a más gente”: la cerveza se puede pedir por Glovo, en unos días lanzará “la página web de Lauter Craft Beer, desde la que se podrán hacer pedidos”, y está preparando la posibilidad de que el cliente se suscriba a la tienda para recibir cada mes “seis botellas de medio litro, cada vez con distintas cervezas, para tener en su casa la mejor cerveza artesana”