Los puestos de baserritarras de la Bretxa, que actualmente se encuentran en una carpa junto al edificio en obras de la Pescadería, se trasladarán al otro lado de la plaza en marzo, tal y como informó recientemente NOTICIAS DE GIPUZKOA. La Junta de Gobierno de Donostia ha dado ese martes su aprobación el Estudio de Detalle Plan Especial de Reforma Urbana de la Bretxa, último trámite necesario para que ello sea posible, según el nuevo diseño de la plaza, con una pérgola acristalada para las baserritarras.

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, aseguró que desde la próxima primavera, "la actividad de las y los baserritarras será protagonista de la nueva distribución de la plaza de la Bretxa, que dirá adiós al tuper para ganar un gran espacio para el disfrute" de los ciudadanos.

El nuevo hogar de los 13 puestos de baserritarras que trabajan al aire libre en la Bretxa se ubicará pegado a la fachada sur del antiguo mercado. Será una pérgola revestida con cristal, con una visera para parar parte del viento, que por las noches se cerrará.

En los últimos años se han estudiado distintos diseños, como casetas de madera, para el recinto de las baserritarras, pero finalmente se han descartado y la opción final elegida ha sido un recinto acristalado, dotado de tomas de agua.

Además de los clásicos puestos de verduras, flores y quesos, a ambos lados de la estructura se situarán dos comercios, que podrían ser la tienda de chucherías y la de prensa. La cafetería de la plaza se trasladará a la planta a ras de calle del edificio Pescadería, donde se asentarán los puestos que ahora están en el subterráneo de la plaza, también en primavera.

La pérgola para las baserritarras ocupará toda la fachada trasera del antiguo mercado. Tendrá un altura de 3,50 metros y una anchura de cinco metros, además de estar separada 20 centímetros de la fachada.

Las vendedoras que trabajan en la plaza, según señaló una portavoz del colectivo, creen que en la nueva instalación podrán estar más resguardadas, aunque lamentó que el espacio de cada puesto será menor que el que tienen hasta el momento.

Como se recordará, antes de las obras de la Bretxa, las productoras agrícolas locales se ubicaban bajo una marquesina en la calle San Juan. Antes de esta localización, se hallaban en la propia plaza de la Bretxa, de la que desaparecieron cuando se transformó el complejo y se creó el subterráneo.

El Estudio de Detalle aprobado de modo definitivo este martes contempla también un módulo de acceso al subterráneo, también acristalado, y de ocho metros de largo como máximo.

Dibujo de la plaza de la Bretxa vista de arriba, con la pérgola para las baserritarras y la bajada al subterráneo.