En ese esfuerzo por ahorrar energía, toda aportación es buena. Además de las instalaciones solares se ha avanzado por otras vías. Por ejemplo, el pasado año seis centros escolares públicos más de la ciudad sustituyeron las lámparas que tenían por otras de tipo led.

Estos centros fueron Amara Berri de Morlans, Arantzazuko Ama de Martutene, Zuhaizti de Aldakonea, Altza Ikastetxea e Igeldo Ikastetxea.

Previamente ya lo habían hecho en Harri Berri de Oleta, Itxaurrondo, Zarategi y Hegoa; Zuhaizti en Ategorrieta, Aitor Ikastola, Jakin-tza, Orixe, Amara Berri, Katalina de Erauso, Ibai, y la EPA de Herrera, entre otros centros.

Con led se iluminaban ya el Abegi Etxea y distintos centros de asociaciones de jubilados de la ciudad. 

Según apuntó en su momento la edil de Ecología, Marisol Garmendia, el cambio de tipo de luminaria permitirá que el Ayuntamiento ahorre anualmente 152.482 Kwh, con una reducción de las emisiones de CO₂ de 22,8 toneladas y un ahorro en la factura de electricidad que cifró en 22.924 euros, al tener estas lámparas más vida útil y menos costes de reposición.

Otra fuente de energía renovable a la que recurre el Consistorio es la que se deriva de la colocación de máquinas recuperadoras del calor residual de las piscinas y también se trabajó en su momento en una actuación encaminada a recuperar el calor residual de enfriar las pistas de hielo del Txuri Urdin.