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CRISIS DEL COMERCIO

La heladería Los Italianos de Aldamar se rinde ante la subida de precios

La tienda abrió en 1939 con la llegada de una familia trasalpina a Donostia vendiendo pasta, pero pronto cambió a los mantecados

La heladería Los Italianos de Aldamar se rinde ante la subida de preciosGorka Estrada

La heladería Los Italianos de la calle Aldamar, un local histórico que abrió en 1939 y conserva aún el sabor de décadas pasadas, cerrará sus puertas a finales de noviembre a causa de la crisis. Tras dos semanas de vacaciones desde este domingo, los trabajadores retornaran el 15 de noviembre y dos semanas después se despedirán para siempre. La tienda engrosará las cifras de comercios cerrados en Donostia.

La clásica heladería, con obrador propio, ha sucumbido a la crisis. La subida de los precios ha llevado al propietario, José Maria Arin Zabala, a tomar la amarga decisión de cerrar el establecimiento, a pocos años de la jubilación y tras 46 años trabajando de establecimiento, los últimos como dueño del negocio. El empleado Antonio Jauregi, con 32 años de trabajo en los mostradores del local, y una edad de 61 años, también se verá obligado a buscar trabajo tras la clausura del local, la segunda heladería más antigua de la capital guipuzcoana.

La luz necesaria para que el negocio funcione ha pasado de costar 1.200 euros al mes a 3.000 euros y el azúcar y la leche, materias primas esenciales para crear un buen helado artesano, también se han disparado hasta el doble de su precio anterior, según explican desde el establecimiento, que no ha podido aguantar la situación y ve que las cuentas no solo no van a cuadrar sino que van a ir a peor en la actual coyuntura económica.

Mostrador de helados instalado en la década de los 80 en Los Italianos de la calle Aldamar de Donostia.

Las obras de la Bretxa, según su queja, hacen que la calle Aldamar, con máquinas y una gran grúa, sea menos atractiva para pasear en los últimos tiempos, lo que se ha notado en el último verano, cuando, como siempre, las heladerías no disfrutan de vacaciones y tratan de hacer en agosto. Esta vez, sin embargo, ha sido en vano. "He estado trabajando 18 horas y solo para sacar un sueldo", lamenta Arin Zabala, que añade que "ha sido un cúmulo de circunstancias, pero así no puedo seguir, hacer agujero y agujero no es solución".

Arin Zabala señala que subir los helados diez céntimos mientras que las materias primas aumentan su coste mucho más no tiene futuro. Tampoco le ha animado la obligación de tener que empezar a utilizar el sistema de control fiscal Ticket Bai que, según señala, le obligaría a invertir 3.000 euros.

La nostalgia se apodera de este comerciante, que empezó en el local con 15 años y hace dos décadas se hizo cargo del establecimiento. La tienda abrió sus puertas en 1939, de la mano de una familia transalpina, que empezó a vender pasta tras huir de la guerra en Italia. Pero el racionamiento de materias de la posguerra española les hizo cambiar a los helados. Arin Zabala recuerda que el anterior propietario, el popular Gianni, transformó en la década de los 80 el antiguo mostrador, que era de mármol blanco y tenía las cubetas del helado de cerámica, por otro más moderno. El mostrador de los cafés ha seguido sin cambios.

Los clásicos cafés con nata y otras delicias propias de Los Italianos de la calle Aldamar, como los quitapenas de chocolate y albaricoque y los helados con beso, quedarán para el recuerdo.

Heladería de Los Italianos de la calle Aldamar de Donostia.