El comercio dice mucho de cómo es una ciudad y refleja, en gran medida, su evolución, sus momentos boyantes y sus baches, éxitos y fracasos de distintas experiencias.

Donostia es una ciudad en la que históricamente el sector comercial ha tenido, y sigue teniendo, un gran peso, aunque en los últimos años haya sido uno de los principales perjudicados en los momentos más difíciles.

La red de comercios de la ciudad, según los datos con los que trabaja Fomento de San Sebastián, perdió entre 2008 y 2019 alrededor de 800 establecimientos, a los que hay que sumar los 200 que cerraron durante la pandemia.

Solo de 2008 a 2009, y como consecuencia de la crisis, Donostia perdió 110 establecimientos y únicamente se salvaron de la quema los subsectores de droguería, perfumería y farmacia y el de electrónica y telecomunicaciones.

En 2019 la tendencia negativa se mantuvo de forma más atenuada, y fueron 45 los comercios que cerraron sus puertas, frente a los 104 que lo hicieron el año anterior.

Tras este periodo con tantos cierres llegó la pandemia que, tal y como ha comprobado Fomento, ha actuado "como acelerador e intensificador del proceso del cambio".

En 2020 y 2021 hubo que lamentar el cierre definitivo de los negocios "más vulnerables y de corte más tradicional", clausuras que en buena parte están vinculadas a "la falta de modernización de los modelos de negocio" ante una realidad en la que el confinamiento y las restricciones impulsaron, entre otras cosas, las compras online.

El índice de variabilidad de la actividad comercial se situó en 2,54% puntos porcentuales en negativo, bajando el número de tiendas hasta 2.512 en 2021, un descenso de 65 respecto a 2020. 2019 cerró el año con 2.711 comercios en activo y 2020, con 2.577, una bajada de 134.

Las razones

Parece que la tendencia negativa, pese a mantenerse, comienza a mostrar cierta desaceleración que Fomento explica en parte por " las transformaciones en torno a la modernización competitiva de las empresas comerciales y su adaptación a los nuevos valores de consumo de la ciudadanía que ha provocado el covid-19".

Pero los subsectores ya se comportaron de forma diferente entre 2008 y 2019, antes de la irrupción del coronavirus. La alimentación decreció hasta 2015, posteriormente comienzan a abrir algunos establecimientos y esta subida es más evidente en la pandemia, cuando echaron a andar 41 tiendas.

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Uno de los sectores que más ha sufrido ha sido el del equipamiento del hogar, que perdió en la década previa a la pandemia 246 establecimientos. El epígrafe de otro comercio y el de moda, calzado y complementos, con una pérdida de 161 y 177 comercios respectivamente, le siguen en el triste pódium.

Electrónica y comunicaciones fue un sector que mantuvo su presencia sin grandes cambios. Las cifras así lo evidencian, ya que en 2008 funcionaban en la ciudad 117 establecimientos de este tipo y 113 en 2019.

Son varias y de características diferentes las causas que, según los expertos, explican el cierre de los establecimientos comerciales.

Una de ellas, con un peso importante, es el elevado precio del alquiler de los locales, aunque tampoco es menor la importancia del incremento del comercio electrónico o la proliferación de centros comerciales especializados.

El cambio de titularidad de los locales ha propiciado el cambio de actividad de los mismos y también contribuye a promover la tendencia observada "el crecimiento expansivo del turismo y la gastronomía".

Al analizar el periodo de pandemia, el periodo de pandemia, se constata que si algo ha afectado los hábitos y formas de compra ha sido el confinamiento, las restricciones en la movilidad y otras medidas adoptadas para plantar cara al covid-19, que han provocado "el retraimiento del consumo en buena parte de las ramas de actividad y han activado el cambio en un amplio sistema de impactos para el comercio urbano".

En estos dos duros años, el subsector de ocio y cultura, que baja un 6,54%, es el que peor tendencia muestra, siempre tras la venta de vehículos, que bajó un 7,79%. El tercer puesto de furgón de cola lo ocupa la rama de actividad de moda, calzado y complementos, que disminuyó un 5,66%. Solo el subsector de droguería, perfumería y farmacia creció, con un aumento del 2,79%.