El haurtxoko y el gazteleku de Amara, ubicados en el estadio de Anoeta, abrieron ayer sus puertas en unas modernas dependencias, de 600 metros cuadrados, que se llenaron de niños y niñas en la primera tarde de funcionamiento, que acogió una fiesta de inauguración. En los últimos cuatro años, este servicio municipal de ocio infantil ha estado ubicado en barracones prefabricados en la plaza de Ferrerías. Tras una inversión de 570.000 euros, el espacio habilitado en las instalaciones del campo de fútbol cuenta con ahora con distintas salas para la diversión y el ocio de los más pequeños. Zonas de lectura y de juegos destacan en las instalaciones ideadas para los donostiarras de menor edad.