El tramo del túnel del Topo que discurre bajo la playa de La Concha y cuyo avance quedó parado en junio de 2020 tras la aparición de un socavón en un sótano de la calle Zubieta se podrá retomar después de la Semana Santa, una vez aplicados los distintos tratamientos para reforzar el terreno rocoso.

Después, se podrá seguir con la excavación, que no se produjo en enero, como previó inicialmente ETS. El túnel bajo la playa, de unos 200 metros (entre las inmediaciones de los Relojes de La Concha y la futura estación del Topo), será totalmente estanco y seco, como ha exigido la Dirección General de Costas, a diferencia de lo permitido en el resto de los túneles de Euskotren, que admiten un límite máximo de filtraciones de agua (cinco litros por minuto y kilómetro).

Así lo explicaron este jueves el director general de ETS, Ernesto Martínez de Cabredo, y el director de construcción de la misma entidad, Antonio López, que comparecieron en la comisión de seguimiento de las obras del Topo en Donostia, donde explicaron la situación de las distintas zonas en obras.

En la reunión estuvieron presentes la concejala de Movilidad, Pilar Arana (PNV), la de Proyectos y Obras, Duñike Agirrezabalaga (PSE) y los vocales de la oposición Borja Corominas (PP), Aitzole Araneta (Elkarrekin Donostia) y Garbiñe Alkiza (EH Bildu), formación que había solicitado la celebración del encuentro.

Según explicó Antonio López, la autorización de Costas para proseguir con la obra bajo La Concha llegó en noviembre y, desde entonces, los trabajos se han centrado en asentar el macizo rocoso con el fin de endurecerlo al máximo aplicando tratamientos definidos por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex).

En concreto, la tarea ha consistido en proyectar lechada de cemento desde el interior del túnel hacia la roca de modo que el hueco quede reforzado con una corona de material endurecido. Además, también se han aplicación inyecciones de modo horizontal.

Recientemente, según explicaron los técnicos, se ha demolido ya el tapón de hormigón con el que se cerró el túnel que estaba en ejecución y, tras la Semana Santa, una máquina rozadora de 110 toneladas, que está ahora en la campa de Pío XII, empezará a agujerear.

La excavación será lenta, con un procedimiento especial para garantizar la seguridad. Primero se excavará un galería piloto (un túnel pequeño) y desde su interior, se reforzará la roca del alrededor, antes de aumentar la sección del túnel. La operación se irá realizando por tramos de seis metros.

"Los tratamientos han tardado algo más pero es mejor hacerlos con prudencia y seguridad. No por correr más es mejor y no queremos que haya un incidente", dijo López, que añadió que el plazo final de la obra del Topo sigue situado en el primer semestre de 2025 y, por el momento, se van cumpliendo los plazos de la excavación hacia la estación de La Concha, a la que se llegará desde el túnel de Morlans, la que condiciona el fin de obra.

Por su parte, Martínez de Cabredo señaló: "Creo que hemos acertado con la presión y la viscosidad de la lechada de cemento y se ha tenido el fruto deseado. La galería piloto (el túnel más pequeño) está a punto de comenzar".

Asimismo, añadió que la operación puede tardar "un año y algo para 200 metros", pero insistió en que este plazo entra dentro del previsto para terminar la estación de La Concha.

Por otra parte, los representantes de ETS explicaron que la reforma de la estación de Anoeta saldrá a concurso hacia mayo, con unos diez millones de euros de presupuesto, y que la ampliación de los vestíbulos y la creación de una segunda bajada a los andenes está motivada en cuestiones de seguridad, por la afluencia de viajeros.

Si se cumplen los plazos la reforma de esta estación será realidad dentro de unos tres años, coincidiendo con la puesta en marcha del nuevo ramal bajo Donostia. La urbanización del entorno de Anoeta podrá llevarse a cabo entonces.