- Las inyecciones de mortero que se aplican en la actualidad para reforzar las zonas excavadas por la obra del Topo en el centro de Donostia, que provocaron dos socavones en junio y noviembre, se terminarán “pronto, en marzo o abril”, según aseguró ayer el consejero de Transportes del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, en una comparecencia solicitada en el Parlamento Vasco por Unai Fernández de Betoño (EH Bildu). Una vez terminadas estas inyecciones de refuerzo, se prevé que se adjudique la parte sin terminar de la obra, correspondiente a 400 metros del segundo tramo de la pasante ferroviaria.

En la actualidad, las inyecciones se están aplicando tanto en el voladizo de La Concha, como en el propio arenal y en la confluencia de la plaza Xabier Zubiri con la calle Easo, según detalló el consejero, que dijo que “se está primando la seguridad de las personas y de los edificios”.

Los socavones y los agujeros del terreno kárstico de la zona obligaron a paralizar la obra en junio y, además, han conllevado la rescisión del contrato con la constructora, que sigue ahora llevando a cabo otras tareas, como la colocación de pilotes en el entorno de San Martin-Loiola y otros trabajos en superficie. La obra restante del segundo tramo Miraconcha-Easo (el primero está terminado) ha vuelto a salir a licitación con un precio base de 50,9 millones y un plazo de 40 meses. Esta cantidad se sumará a lo gastado hasta el ahora en el proyecto suspendido (35,3 millones), lo que supone un total de 86,2 millones, 33 millones más que el precio inicial (62% más).

Arriola señaló ayer que, finalmente, la inversión en los dos tramos rondará los 150 millones de euros, lo que supone un sobrecoste del 25%. La puesta en marcha de la nueva conexión se espera para 2025, según señaló. La obra arrancó a finales de 2017.

El próximo viernes finalizará el plazo de presentación de ofertas para el ejecutar la parte de excavación pendiente y 32 empresas se han descargado la documentación para estudiar si participan en el concurso, lo que, según el consejero de Transportes, evidencia el interés que suscita. Si no hay nuevos contratiempos, la obra se retomará en junio.

Tras las críticas al proyecto por parte del representante de EH Bildu, que calificó la pasante ferroviaria de “baipás de lujo”, Arriola dijo que, actualmente, el 66% de los desplazamientos en la comarca de Donostialdea son privados, un índice que, unido al intercambiador de Riberas de Loiola (conectado con Cercanías de Renfe), pretende reducir el proyecto del Topo.

El consejero señaló que, entre ambas iniciativas, se calcula que 9,9 millones de viajeros al año podrán hacer uso del servicio de trenes y dijo no entender que la formación soberanista, que defiende la línea 5 del Metro de Bilbao, rechace el proyecto donostiarra y apoye el bilbaino, con 5,5 millones de viajeros previstos.

Arriola y Fernández de Betoño mostraron sus distintas opiniones sobre la decisión de rescindir la obra por parte de ETS. El parlamentario de EH Bildu criticó la solución elegida de rescisión consensuada del proyecto mientras que el consejero admitió que existían otras opciones sin indemnización “con el riesgo de que la UTE pueda demandar a ETS”. “¿A usted le parece mal? A mí bien”, dijo Arriola, que añadió que “desde la irresponsabilidad se pueden plantear ciertas cosas”. Por su parte, Fernández de Betoño criticó el “agujero físico y metafórico” de la obra.

Tampoco coincidieron ambos comparecientes en el número de sondeos ejecutados para la obra y en si fueron suficientes o no para prevenir los socavones y fugas de agua. Arriola aseguró que se ejecutaron 115 sondeos para la obra, 80 de ellos para el proyecto y otros 35 aprovechados de actuaciones anteriores, “muy por encima de la media habitual en la ejecución de túneles”, dijo. El parlamentario de EH Bildu dijo que eran muchos menos, según el proyecto que tenía, y Arriola le invitó a solicitar la documentación para encontrar el error.