donostia - El Gobierno municipal aprobará hoy una serie de modificaciones en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado en 2010. Las más importantes se refieren a la reducción del tamaño mínimo que se exige a las viviendas que quieran dividirse, a la limitación para que edificios enteros se conviertan en hotel y a la adecuación del Plan General a la ordenanza de pisos turísticos aprobada el año pasado.
El alcalde de Donostia, Eneko Goia, consideró que estos cambios pretenden adaptar la normativa básica del planeamiento de la ciudad para responder “mejor a las nuevas situaciones”. El texto modificado se someterá a votación en un Pleno extraordinario el día 28.
Respecto al primero de los cambios citados, Goia consideró que “la ciudad construida no responde a las características que ahora presenta la población”, con “grandes viviendas en las que viven pocas personas”. De ahí que se reduzca el tamaño mínimo exigido para facilitar la división de grandes pisos, lo que permitirá “dar mejor uso a lo construido en la ciudad” y sacar al mercado más viviendas de tamaño pequeño y medio.
Otra de los modificaciones impedirá que un edificio se pueda convertir en hotel de manera automática y se exigirá un plan especial, lo que permitirá al Ayuntamiento cierto control sobre estas operaciones. Las normas particulares de cada zona, de todas formas, establecerán las condiciones o excepciones a esta norma general.
Por su parte, el teniente de alcalde, Ernesto Gasco, y el concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, detallaron también los cambios que se introducirán en el cómputo de la edificabilidad física: no se contabilizarán los primeros cinco metros cuadrados de terrazas abiertas de todas las nuevas viviendas. Eso implica que se admitirá el cierre de hasta cinco metros cuadrados de balcón siempre y cuando se haga de forma unitaria en todo el edificio (ya que no afectará al cómputo total del edificio). Tampoco se tendrán en cuenta el 50% de los cierres realizados por cortinas de tela o cristal que no formen un cerramiento continuo.
Además, los representantes socialistas explicaron que, al igual que en el caso de la ordenanza de pisos turísticos, se aprobarán una serie de cambios en el Plan General que consisten en adaptaciones a la normativa actual. También se aprobarán algunas correcciones formales del texto original de 2010.
cambios en profundidad Más allá de estos cambios puntuales y técnicos en el Plan General de 2010, hace tiempo que los grupos de la oposición reclaman una revisión en profundidad del texto, que constituye la herramienta básica para el planeamiento y diseño de la ciudad. Los continuos cambios en el documento original para dar paso a nuevos proyectos urbanísticos justifican la necesidad de renovarlo, argumentan.
El concejal de Urbanismo, Enrique Ramos, anunció hace algunos meses la disposición de arrancar con los pasos previos de esta tarea, aunque se trata de un proceso complejo y largo.