donostia - La capilla del futuro hotel Siervas de María de la calle San Martín será el “alma y el corazón” del establecimiento de cuatro estrellas, el segundo de la cadena Zenit de Donostia. Así lo asegura una de las arquitectas del proyecto, Izaskun Larzabal, autora también del hotel de Morlans, de la misma cadena Zenit, así como del proyecto de reforma del estadio de Anoeta, entre otras actuaciones. La técnica explica que quienes ingresen en el establecimiento percibirán “sin ninguna duda” la forma original del templo religioso del antiguo convento.
La entrada se llevará a cabo precisamente por esta capilla, en la que se apreciarán de modo frontal las vidrieras del ábside, que permitirán la entrada de luz coloreada. En la capilla, de doble altura, se ubicarán zonas de estancia y cafetería y se colocará una chimeneta baja para darle un aspecto acogedor y hogareño, que reste solemnidad al carácter religioso del histórico espacio. En su zona alta, el recibidor creado en la capilla estará atravesado por una ligera pasarela, que comunicará las dos partes del edificio.
El antiguo coro, en el lado de la calle San Martín, acogerá “una habitación muy especial que tendrá doble visión”, tanto al interior de la capilla, como al exterior. Su fachada interior, que la separará de la capilla, será “como una veladura de madera, un te veo y no me ves”, explica la arquitecta.
La obra tiene un importante presupuesto, que ronda los cinco millones de euros. Materiales nobles, como la piedra de sillería de arenisca, que se respetará íntegramente, así como el zinc, que se usará para la cubierta, tratarán de mantener el espíritu del área romántica donostiarra.
Hasta el momento, solo se ha ejecutado el derribo parcial del interior, una tarea “muy laboriosa”, según Larzabal, que añade que se han tenido que tomar “muchas medidas para conservar la capilla y protegerla”. Lo mismo ha sucedido con la fachada, que ha necesitado un “encorsetado” metálico adicional para transformarla en autoportante.
El obligatorio respeto a los huecos de fachada existentes, con formas muy diferentes que van desde arcos de medio punto aislados a otros agrupados y rectangulares, ha hecho que el proyecto dibuje una distribución interior que se acople a las ventanas del antiguo convento, de modo “diferente a lo habitual”. “Esto -recalca la técnica- va a dar singularidad y riqueza al proyecto”. - C.A.