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El Consistorio permitirá pisos turísticos en cualquier planta en zonas no saturadas

Por cada bloque no podrán ocuparse más de 250 metros cuadrados en total, aunque sí repartirlos en distintas plantas

El Consistorio permitirá pisos turísticos en cualquier planta en zonas no saturadasRuben Plaza

donostia - La existencia de pisos turísticos en las ciudades no provoca únicamente consecuencias en materia de convivencia entre vecinos y visitantes, ya que también obliga a la adaptación de las ordenanzas municipales y de mayor rango a una realidad en constante cambio.

El primer teniente de alcalde del Consistorio donostiarra, Ernesto Gasco, anunció ayer que en la nueva ordenanza municipal -cuyo borrador se estima esté preparado para su aprobación inicial a lo largo del mes de julio- se abre la posibilidad de que en las zonas con menos actividad turística se puedan poner en marcha pisos para visitantes por encima de la primera planta, la limitación vigente hasta la fecha. Esta flexibilización no afectará ni a la Parte Vieja, ni a las zonas del Centro, Gros y paseo de Francia.

En la nueva ordenanza se contempla también fijar la restricción de no destinar a fines de usos terciarios más de 250 metros cuadrados por bloque. Es decir, podrá haber varios apartamentos por bloque hasta sumar esta cifra de metros utilizados, también en las zonas no protegidas.

Por su parte, el alcalde, Eneko Goia, abogó ayer por sumar fuerzas entre todas las instituciones para regular este sector. “El Gobierno Vasco va a poner en marcha un registro de estas viviendas, la Diputación debe de extremar el control en torno al fraude fiscal, y nosotros, desde el Ayuntamiento, debemos elaborar normativas que controlen la actividad desde el punto de vista urbanístico”. Además, según apuntó Goia, deben de aplicarse “factores de ponderación” que impidan que en un mismo bloque se “acumulen” micropisos, pese a no llegar a los 250 metros cuadrados en total.

El alcalde subrayó la importancia de trabajar de forma conjunta con el resto de las instituciones entendiendo que el control en materia fiscal favorecerá que “a nadie le resulte más rentable poner un piso turístico sin regular”. Asimismo, señaló que el Ayuntamiento adecuará las ordenanzas y el control sobre su aplicación para agilizar la tramitación de denuncias, la actuación “de oficio” y la concesión de “órdenes de clausura” por parte del Consistorio.

Aunque la proliferación de pisos turísticos puede afectar a toda la ciudad “la presión se concentra en las zonas más turísticas” sobre las que las medidas reguladoras tendrán mayor efecto.

La nueva ordenanza contempla la “zonificación” de la ciudad en esta materia. La Parte Vieja pasaría a ser “zona saturada” en la que no se darán más permisos para establecimientos hoteleros. Gros y el Centro también tendrán un nivel de control, algo menor, que fija que no habrá por encima de la primera planta actividades económicas que ocupen más de 250 metros cuadrados.

limitaciones En todos los casos, explicó Ernesto Gasco, regirá lo que estipula el Plan General que indica que el porcentaje de suelo que puede dedicarse a actividades económicas no debe de ser superior al 40% en cada comunidad.

Según Gasco, esta limitación junto con la de los metros cuadrados hace casi inviable la incorporación de apartamentos turísticos en aquellos inmuebles en los que haya despachos, talleres u otros negocios activos. Tanto es así que, según apuntó, el porcentaje del 40% de actividades económicas en los inmuebles podría pasar a reducirse hasta llegar al 30% en el caso de la Parte Vieja.

Pero estas afirmaciones no convencen al edil de EH Bildu, Ricardo Burutaran, que considera que con las modificaciones a realizar en la ordenanza municipal el Gobierno “quiere extender el problema que ya existe en la Parte Vieja, Gros y Centro al resto de la ciudad” y actúa en contra de la propuesta del área técnica del Consistorio, que considera adecuado mantener “la medida del primer piso” además de otros requisitos complementarios.

Además, Burutaran considera que se ha abierto la vía a “una especie de amnistía” para aquellos pisos turísticos que ya se encuentran en marcha de forma ilegal en distintos puntos de la ciudad, ya que la nueva ordenanza “solo afectará a los que se instalen a partir del verano de 2018”.