Ordenan paralizar el derribo interior de Miracruz 19 por falta de un vallado
La obra había comenzado a principios de julio, según explicó la promotora
donostia - El Ayuntamiento de Donostia ordenó ayer paralizar por el momento la obra de derribo interior del edificio de Miracruz 19, donde está prevista la construcción de viviendas en una nueva edificación de corte moderno.
Tras pasar unos días de vacaciones, el alcalde, Eneko Goia, encargó ayer un informe a los arquitectos municipales para saber si la demolición interior se adecuaba a la licencia de derribo otorgada por el Consistorio hace dos meses. El dictamen técnico señaló que, además de faltar alguna documentación, la demolición interior no podía llevarse a cabo sin el correspondiente vallado que proteja a los viandantes. Por este motivo, poco después de recibir el informe, Goia ordenó la suspensión del derribo.
La paralización de la obra abre un nuevo capítulo en la historia del edificio construido en 1888, ya que los promotores de la nueva edificación podrían ahora solicitar un permiso de vallado al Consistorio. Este podrá otorgarlo, ya que la licencia es legal, o no hacerlo y esperar a que se pronuncie el juzgado. En este tiempo, la promotora podría también esperar o, al contrario, darse prisa en terminar la obra y adelantarse así a lo que pueda determinar el juzgado.
La plataforma contra del derribo de Miracruz 19 informó el pasado martes de que el juzgado contencioso administrativo número 3 de Donostia había admitido a trámite la demanda presentada contra la demolición de este edificio histórico. No obstante, según fuentes de la promotora, el juzgado no había aceptado la medida “cautelarísima” de suspender ipso facto la demolición interior, aunque sí ha admitido estudiar si la demanda contra la licencia municipal de derribo está justificada.
Tras la licencia que otorgó el Ayuntamiento hace dos meses, la demolición interior había comenzado hace varias semanas y el pasado miércoles fue colocada una malla protectora alrededor de la esquina circular del edificio, lo que alertó a algunos vecinos.
A pesar de la controversia y las quejas de la plataforma, el Ayuntamiento autorizó con su licencia que se derribe el inmueble, ya que no está protegido por las directrices del Plan Especial de Patrimonio Urbano Construido (Peppuc). Sin embargo, los contrarios a la desaparición del inmueble recuerdan que fue incluido en el documento inicial del Peppuc y fue sacado “de modo irregular” del mismo tras las alegaciones presentadas por el propietario
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