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Aranzadi analizará las piedras que se retiren de Ondarreta

Costas niega el permiso para utilizar máquinas y el Ayuntamiento encarga a una brigada la retirada manualEl Consistorio espera que los laboratorios confirmen que no son piedras naturales

Aranzadi analizará las piedras que se retiren de Ondarreta

donostia - Costas ha rechazado la solicitud del Consistorio para utilizar máquinas especiales para retirar las piedras de Ondarreta y el Consistorio ha decidido crear una brigada especial que, desde ayer, se encarga de retirarlas manualmente. Además, ha llegado a un acuerdo con Aranzadi y la UPV para analizar geológicamente las piedras que se retiren, con el objetivo de poder confirmar si se trata mayoritariamente de escombros, tal y como afirma la Sociedad de Ciencias. Si a finales de agosto los análisis confirman que es así, el Consistorio volverá a solicitar a Costas permiso para proceder a una retirada mayor.

El teniente de alcalde, Ernesto Gasco, recordó ayer que la intención del Consistorio era utilizar unas máquinas especiales que disolvían las piedras in situ hasta convertirlas en arena que se quedaría en la playa, con intención de no perder volumen. La solicitud estaba avalada por un informe de Aranzadi y la Universidad de Valencia presentado en junio, pero no ha sido suficiente para Costas, que sigue defendiendo la creación de un espigón en la bahía para evitar la aparición de las piedras, una opción no contemplada por el Consistorio. “Podíamos dar por perdido el verano o no y hemos decidido ser posibilistas y retirar las que se pueda”, afirmó ayer Gasco.

La brigada trabajará a diario cuando empiece a bajar la marea, también con gente en la playa, e irá seleccionando las piedras que vaya retirando.

Juantxo Agirre, de Aranzadi, incidió ayer en que los estudios de la Sociedad de Ciencias confirman que las piedras son mayoritariamente escombros procedentes de construcciones que ha habido en Ondarreta desde la segunda guerra carlista, como un campo de tiro o la cárcel.

Hasta ahora, el Consistorio, avalado por Azti, había apostado por movimientos de arena y retiradas leves al considerar que dado su gran volumen, la retirada de las piedras podía afectar a toda la bahía.