Las dársenas de tránsito atraen a veleros y yates de paso a Donostia
La rehabilitación de la antigua cofradía de arrantzales se completará en agosto
donostia - Veleros y yates han estrenado ya los nuevos pantalanes de tránsito habilitados en el puerto de Donostia, en la dársena pesquera en la que conviven con las txipironeras y los cuatro barcos de arrantzales donostiarras que continúan faenando. El Gobierno Vasco ha invertido casi 300.000 euros en reorganizar la lámina de agua y las obras se completarán la próxima semana con la puesta en funcionamiento de una gasolinera para los barcos.
La reorganización ha consistido en la creación de un ramal de pantalanes específico para catorce embarcaciones en tránsito, con un acceso propio, y otro con forma de U en el que convivirán las 22 txipironeras y los barcos pesqueros, en los que quedan también varios huecos vacíos que serán utilizados por embarcaciones de paso. La consejera de Medio Ambiente, Ana Oregi, visitó ayer las nuevas instalaciones acompañada por la responsable de Euskadiko Kirol Portuak (que gestionará los amarres deportivos), Edurne Egaña, y el alcalde, Eneko Goia. Egaña explicó que el turismo náutico está en auge y que la falta de amarres de tránsito era un déficit de Donostia, “el puerto más atractivo para los navegantes que quieren visitar la costa vasca”.
Hasta ahora, su única opción era un fondeo en la bahía en verano (lo que no resulta del todo cómodo para quienes hacen largas travesías y quieren descansar) o un pequeño espacio libre junto al Aita Mari para atracar, en el que cabían alrededor de tres barcos. Ahora contarán con quince amarres, que funcionarán como los que ya existen en Hondarribia u Orio: los interesados deberán llamar a EKP cuando estén aproximándose para saber si hay espacio libre y podrán permanecer en Donostia hasta 48 horas, ya que el objetivo de los nuevos amarres es garantizar que haya la máxima rotación. Además, Egaña explicó que en esos amarres habrá tres barcos que se podrán alquilar por navegantes aficionados, con o sin patrón.
Conscientes de que la demanda de amarres de tránsito es mucho mayor en verano, durante el invierno la mayoría de esos amarres de tránsito se han adjudicado a barcos locales, que los ocuparán de octubre a mayo.
Goia destacó que, aunque los recursos del puerto donostiarra son limitados, con esta reorganización se han “exprimido al máximo” las posibilidades e incidió en la necesidad de mantener la identidad del muelle. Tanto él como Oregi destacaron que los barcos de recreo convivirán con los arrantzales locales.
Además de reorganizar los pantalanes, el Gobierno Vasco ultima las obras de rehabilitación de la antigua sede de la cofradía de arrantzales de Donostia, ubicada junto al Museo Naval. Las obras han costado 600.000 euros y han mantenido la fachada principal. Concluirán en agosto y el edificio se convertirá en sede de Servicio de Puertos de Gipuzkoa y varios departamentos técnicos de EKP.
Para completar la reforma del puerto donostiarra queda pendiente la intervención en el Portaaviones. Oregi explicó que están ultimando los proyectos y que es importante consensuar con todos usuarios la reforma para que no sea “una oportunidad perdida”.
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