La Asociación Naturalista Parkea Bizirik denunció el pasado 20 de junio la desaparición de una pava y los ocho huevos de su nido de las proximidades del parque Kristina Enea.
Aunque, al final, los huevos no han vuelto a aparecer la historia suma capítulos, de los que ha dado cuenta dicha asociación.
El nido, han recordado, se encontraba en un jardín privado muy cerca del parque, junto a una tapia pero en su exterior. En el momento en el que desaparecieron la pava y los huevos, la incubación estaba próxima a concluir. La puesta era la más numerosa documentada desde la llegada de la primera pareja de pavos reales al parque, allá por 1977.
Esta puesta, explica el colectivo ecologista, fue realizada por dos hembras y es mucho mayor que las habituales, que oscilan entre los tres y los cinco huevos, siendo más habitual que sean tres.
El 17 de junio por la mañana se constató que el nido había desaparecido, hecho que generó “rabia, malestar e impaciencia”.
Nadie sabía bien qué había ocurrido pero ya se ha desentrañado el misterio, aunque sea parcialmente, porque nada se sabe sobre el destino final de esta puesta.
Preocupación vecinal
Parece ser que algunos comerciantes y vecinos de la zona contactaron por teléfono con el Ayuntamiento para dar aviso de la existencia del nido, proponiendo en algunos casos su traslado con el fin de protegerlo.
El departamento municipal de Salud Pública y Bienestar Animal, siempre según afirma Parkea Bizirik, informó a algunos de los vecinos que el nido iba a ser trasladado “a un lugar seguro” dentro del parque “o a los nidos de otras pavas reales”, por lo que uno de los vecinos permitió la entrada al jardín privado donde se hallaba.
En una reunión mantenida con personal técnico del departamento, informa el colectivo naturalista, se les notifico que en el caso de que se den quejas en un lugar privado, siendo “la causa de la molestia” de competencia municipal, el Ayuntamiento está obligado a intervenir. Según les indicaron, “las quejas sobre pavos reales van en aumento”, ya que se “suben a los coches y los rayan” y hay personas que les tienen miedo y que les apuntaron, “entre líneas”, que “a falta de vigilancia y una gestión óptima para el parque optarían por retirarlos”.
Así las cosas, el propio departamento retiró el nido, aunque los técnicos aseguraron que no dijeron a los vecinos que los huevos se recolocarían en otros nidos.
Informaron que habían procedido a su traslado al otro lado del muro, aunque no hay fotos, y que después “desapareció”. Y es que, según han subrayado desde Parkea Bizirik, “todo naturalista sabe” que “cuando un nido se cambia de sitio es aborrecido”.
Un proceder, "no correcto"
Según Parkea Bizirik, el proceder no fue el correcto. Por una parte, “por haber facilitado la intervención a modo individual y no de la comunidad de vecinos” y, por otra, porque desde Bienestar Animal “no se esperó a la eclosión de los huevos” antes de proceder al traslado del nido y la pava.
Además, lamentan, que “no se informó a la ciudadanía de la intervención, ni siquiera cuando los naturalistas hicimos pública la desaparición, desconociendo entonces su autoría”.
Parkea Bizirik no se atreve “a afirmar ni desmentir” que el nido se trasladase realmente, aunque asegura que es un extremos que podría confirmarse con la visualización de las imágenes de las cámaras de videovigilancia del parque, situadas en las proximidades de la entrada.
Por último, el colectivo naturalista “agradeció” a todas las partes implicadas haberse reunido con ellos para poder “esclarecer este suceso que nunca debería haber ocurrido”.
Y es que, volvieron a criticar, “el parque no va bien”, ya que está siendo “cada vez más masificado y vandalizado con perros sueltos bañándose en el estanque, animales acosados, megaconciertos como Glad is the day, y una gestión, en demasiadas ocasiones, muy indiferente y despectiva con los animales, árboles y arbustos”.
Por último, denunciaron la inexistencia de una “vigilancia permanente” en Kristina Enea y abundaron en la importancia de “trazar unas líneas maestras de gestión” para recuperar fauna y flora y proteger la existente.