donostia - El traslado de la Guardia Municipal a su nueva sede de Morlans no se completará hasta finales de 2016, una vez que concluyan las obras para construir los calabozos. El Gobierno municipal aprobó ayer sacar a concurso los trabajos con un coste de 360.000 euros. La adjudicación se prolongará algunos meses y las obras durarán alrededor de cuatro, por lo que el Consistorio calcula que finalizarán el último trimestre del próximo año.

Mientras tanto, en Morlans seguirán trabajando los agentes que hasta hace unas semanas ocupaban las instalaciones de Aguas del Añarbe en Ondarreta. El resto de los policías continúan en la sede de la calle Easo, donde se ubican los calabozos actuales, y donde se mantendrán durante los próximos meses hasta que concluyan las obras de Morlans.

En concreto, los trabajos que se sacan a concurso comprenden transformar una superficie construida de 375 metros cuadrados de techo de la planta sótano del lindero noroeste de la edificación existente. Será en esa zona donde se acondicionarán los espacios que acogerán a los detenidos: habrá un vestíbulo de llegada de detenidos, calabozos, custodias, clasificación, aseos, comedor y un cuarto de instalaciones.

“La solución propuesta se adecua a los requerimientos planteados por la Dirección de la Guardia Municipal y da sentido a la prioridad que este Gobierno municipal estableció a la hora de dotar a este departamento de una comisaría propia e integral”, declaró ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Martin Ibabe, que añadió que una vez completado el traslado a Morlans, la nueva comisaría “contribuirá en la mejora en la eficiencia y eficacia del servicio”.

Hasta hace algunas semanas la Guardia Municipal se repartía entre las sedes de Ondarreta y la calle Easo y, una vez completada la primera fase de las obras de adecuación de Morlans, los agentes de Ondarreta se trasladaron a ella el mes pasado. El resto lo harán a finales de 2016.