2 Carolina Alonso

donostia - El derribo del viejo viaducto del Topo a su paso por Loiola ha finalizado esta pasada noche, después de que arrancase anteayer. La demolición del puente fue ejecutada en horario nocturno para tratar de minimizar las afecciones de la operación para los vecinos y el transporte público.

El ruido y las vibraciones, sin embargo, se dejaron sentir. A pesar de ello, la Asociación de Vecinos de Loiola se muestra satisfecha con el avance de los trabajos, según explicó a este diario el portavoz de la entidad, Igor Alonso. "Vemos que los trabajos avanzan y estamos satisfechos. Además, en la actualidad tanto la empresa ETS como el Ayuntamiento nos van informando sobre las distintas actuaciones; el nivel de comunicación es de lo más correcto", explicó el representante vecinal. Asimismo, añadió que las instituciones están estudiando tres alternativas diferentes para suplir la pérdida de aparcamientos cuando se derribe la estación y se construya la nueva.

Ahora, los trenes del Topo circulan ya por las nuevas vías construidas justo al lado de las ahora desaparecidas. En primavera de 2017 se espera que ya esté terminada la nueva estación, proyectada por el equipo de Lamela y Vaumm, que se situará sobre un viaducto y permitirá pasar por debajo.

Sin embargo, mientras las obras del Topo avanzan de modo visible, no sucede lo mismo con el proyecto de bulevarización de la travesía de Loiola, que el nuevo equipo de Gobierno municipal ha paralizado después de que el Ejecutivo de Bildu sacase a concurso la obra a final de la legislatura pasada.

Según informó a los vecinos la concejala de Barrios, Duñike Agirrezabalaga, en una reciente reunión, por el momento solo se va a llevar a cabo la transformación prevista junto al puente de los cuarteles de Loiola, donde se creará una rotonda para suprimir el actual cruce semafórico.

participación La corporativa explicó a los vecinos que el nuevo Gobierno pretende llevar a cabo un proceso de debate para elegir el mejor diseño para la travesía, cuya reforma es una de las asignaturas pendientes de la ciudad desde hace años.

El diseño aprobado en la pasada legislatura, y ahora paralizado, contemplaba tres tramos diferentes en la travesía de Loiola, de medio kilómetro de longitud entre la rotonda de Riberas de Loiola y el cruce de los cuarteles. Estaba previsto, por ejemplo, que se aparcase a ambos lados de una nueva mediana, que sería más ancha y acogería un bidegorri en gran parte del trazado.

Por otra parte, los carriles para el autobús pasarían de los 3,80 metros de anchura actuales a los 3,40, de modo que sobrarían 40 centímetros para las bandas de protección que se crearían entre las franjas de aparcamiento y el carril de circulación general. El nuevo proyecto también contemplaba la creación de aceras a lo largo de toda la calle y en ambos lados.