La fuerte e inesperada tormenta que atacó la fiesta donostiarra en la noche del martes al miércoles obligó a suspender los conciertos de Sagüés y de la Flamenka, por lo que el público que acudió a escuchar a Urtz y a Esne Beltza, respectivamente, se quedó con las ganas y tendrá que esperar a otra ocasión.

La fuerza del viento y de la lluvia que arreció hacia las 00.45 horas de ayer hizo que el recinto festivo de los Piratas en el muelle tuviese que desalojarse con rapidez, una acción que se completó en cinco minutos. Se produjeron daños en los aparatos, pero no en las personas, por lo que el alcalde, Juan Karlos Izagirre, se felicitó en su balance de fiestas por la reacción de los responsables de este recinto.

Los Piratas cifraron ayer en 90.000 euros el coste de los desperfectos ocasionados en los equipos de sonido y facilitaron un número de cuenta (3035 0149 45 1490027294) para recibir aportaciones que les permitan afrontar los gastos derivados del imprevisto. Este colectivo no descartó que se produzcan cambios en el programa diseñado hasta el momento.

Por otra parte, también tuvieron lugar desperfectos en el escenario de Sagüés, aunque no de gran magnitud, según explicó la concejala de Servicios Urbanos, Nora Galparsoro, quien añadió que el temporal nocturno también destruyó unas escaleras en la playa de La Concha que habían sobrevivido a los temporales del invierno.

El viento derribó asimismo un árbol en el paseo de Errondo y un tamarindo amaneció partido en dos en la Zurriola, aunque se desconocía ayer el motivo exacto.

El mal tiempo que reinó de modo intermitente en la jornada de ayer obligó a suspender otras actividades del programa festivo como el barrene popular de pelota a mano previsto en la plaza de la Trinidad a las 11.00 horas, así como el teatro-baile Emakumeen Garraxia Amari programado para las 12.30 en las terrazas del Kursaal. Esta actuación ha sido reprogramada para las 13.00 horas de hoy en la plaza Easo.

Los txikis también sufrieron las inclemencias del tiempo y tuvieron que esperar, por ejemplo, a disfrutar de los gigantes en el taller organizado para la tarde en la plaza de Zuloaga. La lluvia modificó otros actos previstos y, por el contrario, llenó de clientela los establecimientos de hostelería del centro de la capital guipuzcoana.- N.G.