Donostia - La carrera Behobia San Sebastián, que cumplirá el próximo mes de noviembre 50 ediciones, no es solo un acontecimiento deportivo para Donostia y su entorno sino “un activo para todo el territorio” de Gipuzkoa, según destacó el pasado sábado la responsable de comunicación de esta prueba, Arantzazu Rojo, que tomó parte en el encuentro convocado por el PNV de Donostia para analizar el impacto económico y social de los grandes eventos deportivos en Donostia.
Rojo, licenciada en antropología cultural por la UPV/EHU y miembro del Consejo Vasco del Deporte desde hace seis años, ofreció una intervención en la que destacó que el evento, la tercera media maratón con mayor participación, es, además, la carrera más veterana del Estado español. En su discurso, Rojo subrayó la necesidad de que las instituciones apoyen este acontecimiento, así como otros de similar magnitud, con el fin de reforzar los beneficios sociales que aporta a los territorios, que no siempre pueden medirse económicamente.
Es sabido que el impacto económico de la Behobia San Sebastián se acerca a los quince millones de euros, según los estudios realizados por el club Fortuna, organizador de la prueba desde 1919, y que figuran en la web de la prueba deportiva. Sin embargo, para Rojo, no solo la ayuda económica debe llegar a las instituciones. “Deben ver la carrera como un todo y dar facilidades para su desarrollo”, destacó la especialista.
Rojo puso como ejemplo la segunda media maratón internacional, la carrera Goteborg Varbet, en Suecia, con 47.000 participantes, y que cierra durante tres días la ciudad con el fin de que la prueba se desarrolle en las óptimas condiciones.
La responsable de comunicación de la Behobia -con 30.000 corredores este año- consideró que el evento acarrea múltiples beneficios a Donostia y a Gipuzkoa, ya que es un “motor de cambio social”. Según destacó, no solo favorece la saludable práctica del deporte, sino también promueve valores como la solidaridad hacia los más desfavorecidos, apoyando a distintas ONG. Recalcó, además, que impulsa valores de igualdad, lo que ha redundado en una paulatina incorporación a la prueba de las mujeres, que ahora suponen el 20% de los participantes. La existencia de 1.400 voluntarios que trabajan para que la carrera resulte un éxito fue subrayada también por Arantzazu Rojo, quien ensalzó la presencia de las 100.000 personas que aplauden a los participantes a lo largo del recorrido de la carrera y que “se convierten en una valla humana”.
Los efectos positivos del acontecimiento deportivo se evidencian también en el turismo, según destacó la responsable de comunicación. “Es una marca que se lleva con orgullo y no hay más que ver las diferentes camisetas de la Behobia que se ven en cualquier lugar del mundo”, algo que, según recalcó “contribuye a la proyección del nombre de la ciudad” a nivel internacional. Además, el impacto de la carrera se ha traducido en los últimos años en una colaboración estrecha con Donostia Turismo, que ofrece paquetes especiales para quienes quieren venir a participar en el acontecimiento.
Rojo concluyó explicando las innovaciones surgidas a raíz de la mejora de la organización de esta carrera como, por ejemplo, las estrategias desarrolladas para evitar el apelotonamiento de los corredores, algo en lo que ha colaborando el centro vasco de matemáticos, así como las aplicaciones informáticas como el rub loc, la específica para los horarios y los cambios de recorrido introducidos para evitar aislar durante horas a Lezo y Donibane. - N.G.