Donostia. El centro cultural Loiola inauguró ayer la exposición itinerante Hirutxulon bizi 1813, que a través de la evocación de la muralla introduce al visitante en la ciudad como escenario donde se muestra la vida cotidiana de los donostiarras, los barrios y la propia fisionomía de la ciudad hace 200 años. La muestra, compuesta por 50 imágenes del siglo XIX, estará abierta en Loiola hasta el 10 de junio.
La delegada municipal de Cultura y Euskara, Nerea Txapartegi, que compareció ayer junto al director del centro cultural Loiola, Jon Urbieta, y el técnico del Museo Zumalakarregi, Mikel Alberdi, explicó que la muestra podrá verse a lo largo de todo el año en los barrios de la ciudad en el marco de los actos organizados con motivo del Bicentenario de la quema, destrucción y posterior reconstrucción de Donostia.
Concretamente, la exposición se divide en tres áreas. La primera es La Muralla, como elemento definidor de la ciudad y sus implicaciones en la vida de la ciudad; la segunda, bajo los epígrafes de Crecer, Trabajar, Divertirse, Convivir, Rezar, cuenta cómo era la vida de la ciudadanía donostiarra en 1813 y el tercer apartado muestra la ciudad como escenario, sus calles y principales espacios y edificios, a través de un plano histórico realizado en 1813.
Los responsables municipales destacaron que la exposición, creada por Gestión Cultural K6, responde a las propuestas presentadas por asociaciones, instituciones y particulares para el diseño y desarrollo del programa conmemorativo del Bicentenario, dando a conocer la vida en 1813, desconocida por gran parte de los donostiarras debido a la propia destrucción de la ciudad y, en cierta medida, por la desaparición de la documentación hace 200 años tras el saqueo e incendio.