La huelga de los trabajadores obliga a cerrar la piscina del polideportivo de Etxadi

Donostia. Los trabajadores del polideportivo Etxadi, en huelga desde el miércoles para reclamar que se les mantenga en sus puestos de trabajo cuando el Ayuntamiento asuma la gestión de las instalaciones (el día 16), se concentraron ayer a las puertas del Consistorio y alcanzaron las 1.700 firmas que secundan su reivindicación. En principio, los seis empleados (encargados de la atención y control a la entrada del polideportivo y del mantenimiento, entre otros) perderán sus puestos dentro de quince días, cuando el Real Club de Tenis deje de explotar Etxadi (decidió hacerlo por motivos económicos). Entonces será Donostia Kirola quien asuma la gestión del centro y los trabajadores y el sindicato ELA exigen que el Consistorio subrogue a esos seis trabajadores, en lugar de recurrir a empleados municipales, como es su intención.

Mientras, la huelga se deja sentir ya en el polideportivo. Las instalaciones están abiertas, aunque no hay nadie en el puesto de información ni a la entrada del centro. Y, como consecuencia del paro de los operarios de mantenimiento, la piscina también ha tenido que cerrarse.

Algunos de los cursillos sí que se siguen impartiendo (los monitores no son empleados de Etxadi y mantendrán sus puestos) aunque, según explicaron ayer fuentes de ELA, también son bastantes menos los usuarios que acuden a ellos estos días: muchos han mostrado en las últimas semanas su solidaridad con los trabajadores en huelga.

reunión con el ayuntamiento Fuentes de la central sindical declararon, asimismo, que el miércoles, el primer día de huelga, tuvieron una reunión con representantes municipales y, aunque de momento no hay ningún acuerdo ni resultado concreto, se mostraron optimistas por haber abierto esta nueva vía.

En principio, la huelga de los seis trabajadores se mantendrá hasta el día 16, cuando se materializará el traspaso de Etxadi del Tenis al Ayuntamiento y perderán definitivamente su empleo. De todos modos, los convocantes confían en llegar a un acuerdo antes de esa fecha para desconvocarla y mantener sus puestos de trabajo.