Donostia. La zona de fondeos que se instala cada verano junto a la isla de Santa Clara dejará de ser un entorno sin regularizar y se convertirá en un fondeadero legal, según el acuerdo alcanzado entre el Servicio Territorial de Costas de Gipuzkoa, la Capitanía Marítima de Pasaia y el Ayuntamiento de Donostia.

Entre el 1 de junio y el 30 de septiembre se habilitará un nuevo fondeadero en la zona sur de la isla, que ocupará un espacio de 24.254 metros cuadrados y tendrá cabida para 40 embarcaciones de recreo. Estos 40 nuevos amarres se unirán a los 110 que se instalan cada verano en la bahía de La Concha y que son gestionados por el Club Náutico. Quienes poseen una embarcación acceden hasta ella por medio de una barca que viene y va entre el muelle y los barcos.

Según informó ayer la subdelegación del Gobierno, con la ordenación de los fondeos situados junto a la isla, las instituciones persiguen distintos objetivos, entre ellos, evitar que se produzcan fondeos incontrolados que puedan representar un peligro para la seguridad marítima y de la navegación. También pretenden minimizar las afecciones a las playas de La Concha y Ondarreta motivadas por la estancia de embarcaciones incontroladas que, en ocasiones, arrojan residuos.

La habilitación del nuevo fondeadero también tiene como objetivo regular el uso del dominio público marítimo terrestre, con carácter temporal durante la temporada estival. Entre otras cuestiones, quedarán garantizadas las maniobras de atraque en la isla, en ocasiones, perjudicadas por embarcaciones colocadas de modo irregular.

todas identificadas Las naves que se instalen junto a la isla deberán estar, igual que las del fondeadero más cercano al Náutico, debidamente identificadas y en posesión de toda la documentación y seguro correspondientes. Así, además, estarán controladas en caso de irregularidad.

Por otra parte, desde la puesta en marcha del nuevo espacio de amarre quedará prohibida la utilización de elementos de fondeo permanente, como cadenas, boyas, muertos...

Tras la temporada de verano, las instituciones implicadas llevarán a cabo un análisis de cómo ha discurrido la experiencia y tomarán las medidas correspondientes en caso de necesidad.