Donostia. El proyecto para crear una estación de autobuses en Riberas de Loiola resultó aprobado en 2005 y preveía un edificio de gran empaque, con locales comerciales, distintos servicios y 29 dársenas para el estacionamiento de los autobuses, a las que se tendrían que unir otras seis de espera. En total, los vehículos de transporte de viajeros tendrían 35 huecos para estacionar, doce más que en la propuesta para Atotxa, una ejecución condicionada por el espacio disponible, ya que se encuentra entre el río Urumea y la estación ferroviaria. Esta, además, debería modificarse para el paso del Tren de Alta Velocidad, si llegaba a entrar en el centro de la ciudad, algo que, entonces, aún no estaba confirmado.

Según el estudio realizado para el proyecto de Riberas de Loiola, que tomaba datos recogidos en 2002 en la terminal de la plaza de Pío XII, el número máximo de salidas de autocares de viajeros un viernes, el día de mayor tránsito, era de 17 por hora.

Por otra parte, los planes para la estación de Riberas contemplaban un estacionamiento en rotación con cabida para 450 vehículos, algo que, si finalmente se ubica la estación en Riberas, deberá volver a contemplarse.

El proyecto de 2005 también preveía una amplia dotación de locales comerciales y una gran y llamativa cubierta, cuestiones que, en la actualidad, han quedado descartadas. Sólo el edificio de la estación tenía un presupuesto de casi 49 millones de euros, una elevada cifra, que se hace aún mayor por la situación de crisis en las arcas de la Administración pública.

La nueva posición del Gobierno donostiarra aboga por crear una infraestructura más modesta, en el subsuelo de una parcela de oficinas del Gobierno Vasco, lo que descartaría, por ejemplo, la dotación de espacios comerciales suplementarios, que contribuyeran a sufragar el coste de la obra.

El equipo redactor de la estación de Riberas de Loiola estuvo compuesto por las empresas Carlos Fernández Casado, Oficina de Proyectos; Sestra Arquitectura e Ingeniería; López Chollet-Dalmau Arquitectos Asociados y Aurtenechea-Pérez Iriondo Arquitectos Asociados. En su proyecto, incluyeron también el coste de las infraestructuras necesarias para conectar la estación de autobuses de Riberas de Loiola, muchas de las cuales ya están ejecutadas. 14,3 millones se preveían para la infraestructura viaria, otros 12,2 para la ferroviaria y 1,6 para la urbanización.