En una de sus últimas publicaciones en X, la periodista Almudena Ariza instaba a dejar “de ser cómplices del genocidio en Gaza”. Durante su trabajo como corresponsal en Oriente Medio y desde Jerusalén, nunca ha dejado de alzar la voz en torno a lo que ha tenido oportunidad de vivir de cerca y nos ha trasladado a través de sus crónicas para RTVE.

Ahora que abandona esa corresponsalía para viajar al otro lado del mundo y contarnos, desde Bogotá, la actualidad de varios países de América Latina, ha aprovechado su despedida para insistir en que no se “desconecta” de Gaza. En un post en la misma red social, anuncia que termina su etapa corresponsal en Jerusalén “después de casi dos años intensos. Han sido meses de trabajo profundo, de historias duras, complejas y necesarias... Pero no me desconecto de Gaza. Allí siguen muriendo, no solo bajo las bombas, sino de hambre. Es atroz. Inhumano. Y ocurre ante los ojos del mundo. Seguiré denunciándolo. Porque informar también es resistir”.

Esa vista puesta en Gaza le llevará, según ha anunciado, a estrenar el próximo septiembre un pódcast “que aportará contexto y perspectiva, pero también mostrará lo esencial: esa franja donde conviven el extremismo sistemático y la entrega de quienes se juegan la vida por ayudar. Seguiré contando”.

Ariza ya ha aterrizado en Bogotá, la capital que a partir de ahora será el epicentro de su tarea y desde donde cubrirá información tanto de Colombia como de Venezuela, Perú, Ecuador y Panamá. Desde allí seguirá trasladando la información como siempre ha hecho, relatando los aspectos más a la vista y los que no lo están tanto de la actualidad haciendo frente incluso a las críticas que ha recibido criticando su imparcialidad.

Documentar historias humanas

La periodista madrileña, tal y como ella misma se presenta en X, ha sido “reportera en medio mundo y corresponsal en Pekín, París, Nueva York y Jerusalén”.

Ya tiene experiencia como enviada especial en América Latina, donde cubrió la crisis argentina de 2001, la situación de grupos indígenas o la vida en las favelas de Brasil. Como corresponsal en Asia-Pacífico entre agosto de 2010 y diciembre de 2012 consiguió entrar hasta en dos ocasiones en Corea del Norte, realizó numerosos reportajes desafiando la censura china e informó sobre el terreno del terremoto y tsunami de Japón de 2011.

Su corresponsalía neoyorkina le mantuvo ocupada desde enero de 2013 hasta julio de 2019 y allí, además de informar sobre la victoria de Donald Trump en 2016, también dejó muestras de su interés por las historias humanas con sus reportajes sobre el control de armas, la pena de muerte, la inmigración o el movimiento Me Too.

Ha trasladado para los espectadores de los informativos las consecuencias de huracanes como los que sacudieron Carolina del Sur, Haití o Turquía, y ha informado de guerras como las de Irak, Afganistán o Ucrania.

Almudena Ariza seguirá, ahora desde América Latina, poniendo en práctica una frase que lleva por bandera: “el mundo necesita periodistas”.