DONOStIa. El proyecto de la estación de autobuses en Riberas de Loiola también tuvo su peso en el Pleno que tuvo lugar ayer en Donostia, hasta en puntos del orden del día que no tenían como objetivo discutir sobre ello. La Corporación mostró su deseo de que se estudie cómo poder "pinchar" la Variante para que se convierta en una carretera que saque flujos de tráfico internos de la capital. En este contexto, se trajo a colación la propuesta de Bildu de crear un vial de entrada y de salida en Riberas de Loiola que diese acceso a la estación en este barrio.
El concejal socialista Denis Itxaso mostró su temor de que ese pinchazo se convierta en un "nuevo Carlos I" y provoque una saturación de tráfico en la zona. "No vamos a desvestir un santo para vestir otro", aseguró Itxaso.
Precisamente, fue el PSE quien presentó una declaración institucional, que fue aprobada por unanimidad, para que la Corporación inste a la Diputación a redactar un estudio para poder realizar distintas salidas en la carretera para favorecer el acceso a algunos barrios como, por ejemplo, Marrutxipi, Gros y Egia.
Por su parte, el portavoz jeltzale, Eneko Goia, explicó que gracias al Segundo Cinturón la Variante ha perdido su "carácter de variante", lo que hace que la vía "juegue otro papel". Y uno de ellos es Carlos I. Goia indicó que no se ha de prescindir de esta salida de Amara, sin buscarle otra alternativa, y que el estudio podría permitirlo. En este sentido, indicó que "no hay que perder la oportunidad" de enviar hacia fuera movimientos de tráfico que en este momento se dan dentro de la ciudad.
Fue el edil popular Vicente García quien mencionó que las distintas salidas que se estudien, añadidas a la de Riberas de Loiola, permitirían la "descongestión" de Carlos I y su "eliminación".
aeropuerto En materia de transporte también se debatió otra declaración institucional del PSE sobre la ampliación de la pista del Aeropuerto de San Sebastián, para dotarla de medidas de seguridad.
Bildu se mostró contrario a esta propuesta y presentó una enmienda en el que se instaba a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a que se conceda al Aeropuerto guipuzcoano el carácter de "excepcionalidad", como ya ocurre en otras bases europeas, debido al impacto ambiental que podrían causar las modificaciones en la infraestructura. Pero fue derrotada.
Asimismo, el concejal de Movilidad, Jon Albizu, informó de que anualmente no llega a los 300.000 viajeros, y que tiene unas pérdidas de 4,5 millones anuales. "No podemos decir que dé un servicio estratégico la ciudadanía", afirmó y agregó que hay en el entorno otros aeropuertos más utilizados. Sobre este asunto, populares y socialistas criticaron que el Gobierno apueste por otras bases y no por la propia: "El aeropuerto genera PIB y puestos de trabajos y usted dice que eso vaya a los franceses. Renunciemos a los ingresos, como hay tantos", ironizó Gasco. La propuesta socialista salió adelante con los votos del PSE, del PP y del PNV.