Donostia. El Gobierno de Bildu mostró ayer su oposición a la ubicación actual de la nueva estación de autobuses. El concejal de Movilidad, Jon Albizu, aseguró en el Pleno de ayer que la ubicación en Atotxa es "mala" y que el Ayuntamiento cuenta con informes que desaconsejan colocarla ahí. Asimismo, Albizu indicó que Atotxa es un lugar con una limitada conectividad con el transporte público de la ciudad y que el parking de rotación propuesto está "caduco". Al mismo tiempo, dijo que el Gobierno está abierto a abrir un proceso de diálogo para buscar una solución.
El debate en torno a la estación fue uno de los más intensos de la interminable sesión plenaria de ayer y se suscitó a raíz de una moción presentada por el PSE-EE, que instaba al Gobierno a que agilice los trámites de construcción de la estación. El concejal socialista Ernesto Gasco, en tono de autocrítica, reconoció que este proyecto lleva 20 años encima de la mesa y que al ser "fundamental" para la ciudad no puede demorarse más. Asimismo, indicó que hay un informe de 1998 que aconseja situar la estación en Atotxa. A su vez, instó a Bildu a "proponer una alternativa" si no desean hacer la infraestructura.
Por su parte, el portavoz del PP, Ramón Gómez, explicó que el emplazamiento actual no es el deseado por los populares -ellos apostaban por Riberas de Loiola-, aunque, al estar adjudicada, no se debe paralizar. "No se puede castigar más a los ciudadanos", aseguró Gómez.
Eneko Goia, del PNV, dijo que es fundamental que la infraestructura coincida con la parada del TAV en un mismo lugar y sentenció que el "tiovivo de la estación de autobuses debe parar ya". Asimismo, dijo que EA y Alternatiba -miembros de la coalición Bildu- se habían "bajado los pantalones" en este asunto. La discusión, que hasta este momento había sido comedida, comenzó a acalorarse mucho. Finalmente, Goia retiró su comentario. La moción a favor de agilizar los trámites de Atotxa fue aprobada por la oposición en bloque (19 votos). Bildu votó en contra (8).
topo El Pleno del Ayuntamiento de Donostia aprobó también una iniciativa presentada por el PSE-EE a favor de que el Topo de EuskoTren circule soterrado por el Centro. Y al mismo tiempo, también fue refrendada una declaración institucional, presentada por Bildu, que reclama al Gobierno Vasco que presente los estudios referentes a este proyecto, denominado Metro de Donostialdea.
La propuesta socialista -apoyada por PSE-EE, PP y PNV y con los votos en contra de Bildu- justificaba la penetración del Topo por el Centro argumentando que fomentaría el transporte "metropolitano" y "sostenible" en la ciudad. El concejal socialista y viceconsejero de Transporte, Ernesto Gasco, expuso que un reciente estudio revela que en 2030 el Topo entre Lasarte-Oria y Hendaia tendrá 33 millones de viajeros anuales. La declaración de Bildu -que también fue aprobada con sus votos y los del PNV-, por el contrario, tenía el objetivo de obtener la mayor cantidad de información posible para poder estudiar y debatir el proyecto.
Jon Albizu criticó que el estudio que citó Gasco hubiese llegado al Gobierno el lunes de esta misma semana y aseguró que Bildu debe estudiar el proyecto porque tiene dudas "sobre un gasto así en la situación de crisis como la actual". Asimismo, denunció que primero se haya hecho "un estudio de ejecución sobre el proyecto y, luego, el de demanda".
El portavoz popular, Ramón Gómez, consideró, sin embargo, que Bildu no quiere estudiar el proyecto, porque lo que realmente quiere es "no llevar a cabo la infraestructura". "Como ya han votado en contra, ¿para qué piden estudios?", preguntó Gómez.
Eneko Goia, por su parte, apuntó que su grupo está "de acuerdo con el proyecto", al tiempo que no comparte "cómo se han hecho las cosas". En este sentido, criticó muy duramente que Lakua haya diseñado el proyecto pero supedite su realización a una negociación con la Diputación, y a que esta aporte el 50% de la financiación.
En materia ferroviaria, también se aprobó otra declaración institucional del PSE-EE para que el Ayuntamiento apoye que el tramo del TAV en Gipuzkoa llegue a Donostia en 2016 y para que se refrende la apuesta de que la capital del territorio no sea el final del camino del Tren de Alta Velocidad, sino una estación en su camino hacia Francia. Socialistas y populares votaron a favor de la iniciativa, Bildu se opuso y el PNV se abstuvo.