Donostia. Donostia vistió ayer sus trajes más estrafalarios para dar comienzo al Carnaval. Niños y mayores acudieron junto a sus comparsas a las 18.30 horas al hotel Londres para llamar al Dios de la burla y el sarcasmo.

Momo volvió a salir de su escondrijo para dar inicio a la fiesta más desenfadada del año. Abajo, cientos de chavales esperaban su llegada disfrazados: tiñendo, así, la habitual sobriedad del paraje donostiarra en una jornada llena de color. La alegría carnavalesca y el sonido de los ritmos acompañó a dioses y humanos hasta la plaza de la Constitución, en una batukada que hizo temblar, por primera vez durante este fin de semana, las calles de la ciudad.

Compañías como la de Unión Artesana, Eskola, Tantai Loiolako Konpartsa, Bosco Zuhaitz o Thamessis salieron también por sus barrios para anunciar a los vecinos que el Carnaval había llegado.

Pero será hoy cuando las compañías se vean las carrozas, ya que el gran desfile que comenzará a las 17.00 horas convertirá las calles del centro en punto de encuentro para donostiarras de todas las generaciones que, sin importar la edad, bailarán al son de los compases más conocidos.