"No podemos ni andar"
Los trabajos para construir el bidegorri entre Herrera y Buenavista arrancaron ayer y, con ellos, los conductores se encontraron con el cierre de dos carriles de la antigua N-I. Nuevas vallas y pivotes para unos vecinos que llevan varios años rodeados de obras.
LOS vecinos de Herrera llevan ya varios años rodeados de obras. La construcción del vial de Txingurri o la urbanización y construcción de un inmueble en la plaza de San Luis provocaron bastantes molestias hace meses. Después llegaron los trabajos para desdoblar la línea del Topo y para renovar la estación de EuskoTren en el barrio, una intervención complicada que, desde hace meses, mantiene cerrados al tráfico dos carriles de la N-I al final de la bajada del Alto de Miracruz, lo que suele provocar atascos importantes en horas punta. A ellos se les suma el tráfico constante de camiones y maquinaria de la obra.
Ayer por la mañana los herreratarras se toparon con un nuevo obstáculo al salir del barrio en coche o en autobús: justo después de superar la zona de los trabajos del Topo, en la zona de Escalerillas volvieron a encontrarse con nuevas vallas, pivotes y señales de obras.
Desde esa zona hasta Buenavista, durante 1,2 kilómetros, los operarios comenzaron a trabajar ayer en la mediana que separa ambas direcciones para construir el nuevo bidegorri que permitirá enlazar la zona más oriental de Donostia con Pasaia.
"Es una burla a los vecinos de Herrera hablar de bidegorris que se quedarán en la puerta del barrio cuando no podemos ni andar", lamentan desde la asociación de vecinos Herripe, que recuerdan que, desde hace meses, los atascos y baches en el firme son constantes. "El único paso peatonal habilitado lo cruzan camiones a todas horas", añaden.
Herripe lamenta que, en esta situación, tengan que enfrentarse ahora a una nueva obra. También critica que las intervenciones no se coordinen.
varias fases
Cuatro meses de obras
En este caso, es la Diputación de Gipuzkoa la encargada de gestionar las obras del bidegorri y, según sus previsiones, el corte de estos carriles se prolongará durante una semana. Después habrá una segunda fase de las obras en la que los operarios continuarán trabajando en la calzada en dirección a Donostia, por lo que se tendrá que habilitar un carril en cada sentido en la vía que actualmente discurre en dirección a Irun.
Los trabajos del bidegorri tendrán una duración de cuatro meses y cuentan con un presupuesto de casi 900.000 euros. El nuevo carril bici tendrá una anchura de 4,6 metros, ya que incluirá, además, un paseo peatonal (de más de dos metros) que se sumará a la acera existente en la actualidad.
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