Donostia. El alcalde, Odón Elorza, y el sindicalista de ELA, Mikel Illarreta, convocados ayer en un juicio de faltas porque se habían denunciado mutuamente, participaron en un acto de reconciliación y pusieron fin a sus rencillas. Ambas partes optaron por no mantener sus demandas, con lo que concluyó el conflicto suscitado el pasado año, cuando el alcalde apartó una pancarta sindical frente al Colegio Alemán, lo que provocó un forcejeo. Tras él, el alcalde acusó a Illarreta de coacciones y éste al primer edil, de agresión. Compañeros de ELA acudieron ayer al juzgado con otra pancarta. Foto: n.g.
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