- Si entramos en la página web de su empresa, la última noticia que aparece en portada se refiere al ERTE que les afecta€

-Sabíamos que era una situación complicada para todos y pensábamos que podíamos entrar en un ERTE y llevamos casi dos meses con el expediente.

Es algo nuevo para todos. Una situación inesperada, cuando hace dos meses jugaban el último partido del Campeonato de Parejas frente a Olaizola-Urrutikoetxea. Luego, el reloj se detuvo.

-Era una época muy bonita con los frontones prácticamente llenos, con el campeonato en el punto más álgido, pero vino el coronavirus y no queda más que aceptarlo y esperar a que pase todo esto para poder volver a las canchas.

Formaba con Iñaki Artola una buena pareja, que no estuvo muy lejos de entrar en las semifinales. ¿Qué les faltó?

-Creo que hicimos un campeonato muy bueno. Estuvimos a una victoria de poder clasificarnos directamente, y nos lo jugamos todo a un partido donde los rivales fueron mejores. He disfrutado mucho sobre la cancha y creo que tanto Iñaki como yo hemos sido competitivos en todo el torneo. Ese era nuestro objetivo.

A esta hora, nadie sabe nada. ¿Se completará el Campeonato de Parejas? ¿Habrá Manomanista? Las empresas van a tener que reinventarse y cambiar el paso. ¿Qué espera?

-Yo, por mi parte, vería lógico que se terminara el Campeonato de Parejas. Han sido muchas semanas jugando partidos y apostaría por que se terminara, pero es algo que decidirán las empresas.

Adiós a la Feria de San Fermín, adiós a los festivales del principio de verano. Si fuéramos alarmistas, utilizaríamos la palabra catástrofe.

-El verano, para mí, es la época más bonita. Muchos partidos, frontones prácticamente llenos, es una gozada. Veo difícil que este año podamos jugar con gente en verano, pero yo no pierdo la esperanza.

En las dos empresas principales, muchos pelotaris cobran por partidos disputados. No competir supone un freno a los emolumentos. Quien más quien menos se hace una composición de lugar, de la que ahora está desplazado.

-Al final, en esta situación perdemos todos, pero ni la empresa tiene la culpa ni los pelotaris la tenemos... Es difícil, porque la pérdida es grande. No hay publicidad, ni tele, ni entradas... y nosotros también perdemos al no tener tantos partidos como deberíamos de jugar en verano.

Muchos compañeros han estado encerrados desde el principio del confinamiento al no tener un perro con el que poder salir. En esto es un afortunado, aunque hacer manos, prepararse, etcétera, no es tan fácil.

-Bueno, tengo un perro con el que podía salir un poco a la calle y tomar un poco el aire, pero poco más. Aprovechaba para entrenar en casa y después en el garaje hacía bici estática y manos contra la pared. Está claro que no es lo mismo, pero intento mantenerme en forma. Lo que más nos preocupa a los pelotaris es comprobar cómo responderán las manos después de estar casi dos meses sin pisar un frontón.

Ahora que las autoridades han permitido el acceso a los frontones a los pelotaris, será necesario un tiempo largo para recuperar las manos, que, probablemente, sean las más perjudicadas por este parón€

-Creo que desde que hemos empezado a entrenar hasta que compitamos pasarán unas semanas. Al final, tenemos las manos más blandas y necesitan su tiempo para endurecerse. Pasará un tiempo hasta que podamos volver a jugar en las mejores condiciones.

Su contrato está a punto de extinguirse, justo cuando estaba en un momento estupendo de juego, más maduro y demostrando su valor. La renovación no va a ser fácil.

-La verdad es que estaba en uno de mis mejores momentos como pelotari. Creo que he cogido más confianza. Mi cabeza deja de dar vueltas y en este último año me he encontrado muy a gusto. Ahora se me termina el contrato en junio, pero espero llegar a un acuerdo con la empresa y seguir en ella. Me siento muy valorado en la misma y no pienso en nada mas que no sea seguir. Es la empresa que me dio la oportunidad de cumplir mi sueño.

Ni la suya, ni la de unos cuantos compañeros a los que también se les acaba el contrato. Ni la empresa, ni los pelotaris lo van a tener fácil. Hay muchas incógnitas por resolver. ¿Le preocupa?

-Está claro que me inquieta esta situación. Al final, no sabemos qué va a pasar después de que pase este virus. Nos preocupa a toda la plantilla.

¿Qué ha aprendido y ha valorado de este momento en el que nadie disponía de la menor experiencia?

-Que en cualquier momento la vida da un giro, y que hay que aprovechar el momento, y vivir el día a día.

A pesar de la imposibilidad de encontrarse con sus compañeros, los sistemas de comunicación ofrecen alternativas. ¿En sus charlas qué predomina?

-Hablamos casi todos los días por el grupo de WhatsApp que tenemos. También solemos hacernos videollamadas todos los pelotaris más o menos cada semana. Una de las cosas que más se echa en falta es la convivencia con los compañeros, ponernos los tacos en el vestuario todos juntos...

Más allá de la fecha en la que todo vuelva a la normalidad, para salvar al menos parte de los muebles ¿Entendería que los partidos se jugasen sin público?

-Igual al principio del confinamiento todos diríamos que nos parecería raro jugar a puerta cerrada. Dos meses después de no salir de casa, se nos hace muy duro no poder ser pelotaris, vivir nuestro mundo... Por mi parte, prefiero jugar a puerta cerrada aunque sea una situación nueva. Creo que eso es mejor que seguir en casa sin poder jugar.

"Veo difícil que este año podamos jugar con gente en verano, pero yo no pierdo la esperanza; es la época más bonita para mí"

"Estaba en uno de mis mejores momentos como pelotari; creo que he cogido más confianza y mi cabeza deja de dar vueltas"