diez años después del Mundial de Suecia, se repiten las semifinales. España se enfrentará esta tarde a Dinamarca y los suecos, a Francia. Dos duelos que dejaron a daneses y galos en el partido de los elegidos que se dilucidó con una épica prórroga incluida, al alcance de un deporte como el balonmano. Dos lustros han pasado y dejan cambios notables.

España llega con varios significativos. Si en 2011 los encargados de defender la portería fueron Arpad Sterbik y José Javier Hombrados, ya con el relevo cogido, en 2021 son Gonzalo Pérez de Vargas y Rodrigo Corrales quienes ocupan, con éxito rotundo a la vista del Mundial, dicha posición. El juego también ha evolucionado en el equipo que ahora dirige Jordi Ribera, pero el director sigue siendo el mismo: Raúl Entrerríos repite semifinal contra Dinamarca y lo hará como pieza fundamental para tratar de conseguir el billete a la final.

También repetirán Joan Cañellas, Viran Morros y Jorge Maqueda. Por aquel entonces eran jóvenes promesas, como Niklas Landin y Mikkel Hansen. Ambos serán otra vez de la partida con Dinamarca y lo harán como estandartes de una selección que tratará de revalidar el título obtenido en su casa en 2019. Calidad, experiencia y madurez son algunas de las cualidades que estos jugadores han adquirido en los diez años. Esta tarde espera otro partido.

Francia y Suecia calcarán el duelo en la otra parte del cuadro. Los galos, que en la anterior cita se encontraban en la cresta de Les Experts, no cuentan entre otros, con un Nikola Karabatic que fue nombrado MVP de aquel torneo, ausente de este campeonato. Tampoco con lesionados como Luka Karabatic, Wesley Pardin o Timothey N'Guessan. Y Suecia alcanza las semifinales en pleno proceso de cambio generacional. La historia suele ser un factor determinante a veces, pero en esta ocasión, con la vista en lo ocurrido hace diez años, habrá que ver. Las medallas están en juego.

El autor es director de balonmanoactual.com