- No fue sencillo, pero Roland Garros tendrá mañana la final soñada entre Rafael Nadal y Novak Djokovic, que sufrió para superar las semifinales, empujado a lograrlo en cinco sets por el griego Stefanos Tsitsipas.

Mientras Nadal alcanzaba su decimotercera final en París, la sexta sin ceder un set en el camino, contra el argentino Diego Schwartzman, 6-3, 6-3 y 7-6(0), Djokovic se vio obligado a librar una batalla de casi cuatro horas que a punto estuvo de convertirse en un drama y que acabó ganando por 6-3, 6-2, 5-7, 4-6 y 6-1.

Solo la experiencia del serbio y el bajón físico del heleno, sexto del mundo a sus 22 años, evitó que, por cuarto año consecutivo el serbio faltara a la final del Grand Slam que menos veces ha ganado.

Será su primera final desde que levantó el título en 2016 y también el primer duelo con Nadal en Roland Garros desde que el español concedió su segunda derrota en 2015.

El número 1 del mundo, que solo cuenta esta temporada con la derrota provocada por su descalificación en el Abierto de Estados Unidos tras agredir a una jueza, reconoció que el favorito de la final será Nadal, que busca su decimotercera corona en París.

No ha perdido ninguna final el balear sobre la tierra batida francesa y eso, a ojos de su oponente de mañana, le otorga una ventaja.

Además, Djokovic ha dejado que las dudas entren en su mente, tras ceder un set contra Carreño en cuartos y dos ante Tsitsipas en semifinales, donde más allá del elevado nivel de juego que mostró el griego, evidenció problemas para ganar los puntos importantes.

El serbio solo ganó ocho de las 22 bolas de rotura que tuvo, desperdició una bola de partido en el tercer set y reconoció que el miedo le entró en el cuerpo ante la subida de rendimiento de su rival.

Al final salvó la papeleta para disputar la que será su 27 final de un Grand Slam, la novena que le medirá a Nadal, que totalizará 28.

El balear tuvo un camino más plácido hacia una nueva final, la cuarta consecutiva, respetando su esquema de ir elevando el nivel a medida que avanza el torneo.

Un credo que este año se hacía más importante puesto que la pandemia le privó de su habitual rodaje por la gira de tierra previa y le limitó a un único torneo, el de Roma, donde solo jugó tres partidos.

El tercero lo perdió contra Schwartzman, con quien volvió a cruzarse en las semifinales, las primeras del argentino en un grande.

En mas de una hora acabó venciendo el balear, que aprovechó las pocas bolas de rotura que tuvo mientras el argentino las dejaba escapar. A partir de ahí, Nadal impuso su ley.

Duelo inédito. Desde el Abierto de Australia de 2008 cuando se midieron Sharapova e Ivanovic con 20 años, no había una final femenina de Grand Slam tan joven. Sofia Kenin, 21, y Iga Swiatek, 19, buscarán hoy el título de Roland Garros. La estadounidense, con un balance de 16-1 en los Grand Slams en 2020, aspira a su segundo título tras ganar a Muguruza en Melbourne a principio de año. Para la polaca, sería el primero y la culminación a un recorrido en el que no ha cedido ni un set y se ha manejado con una autoridad impropia de su edad. Sera su primer duelo en la WTA; antes se enfrentaron en Roland Garros junior de 2016 con triunfo de Swiatek.