- Después de faltar a la cita de Francia 2016, Dinamarca regresa a la Eurocopa con los mismos referentes que en el Mundial 2018 cayeron en octavos y enfrentándose en Copenhague, o sea, en casa, a Finlandia en el primer partido del grupo. Será un curioso duelo entre selecciones escandinavas con mucho color local, a tenor de las estadísticas. Los daneses solo han perdido un partido en los últimos 22 contra Finlandia (15 victorias y seis empates). La única derrota fue por 2-1 en un amistoso disputado curiosamente en La Manga, en Murcia, en febrero de 2000.

Ahora bien, más allá del encuentro inicial, Dinamarca aspira a clasificarse para octavos y no mucho más. Kasper Hjulmand, seleccionador danés desde el pasado año, no ha hecho demasiados experimentos en sus diez partidos al mando. Eso sí, cuenta con el azulgrana Martin Braithwaite, dispuesto a aprovechar este escaparate para revalorizarse ante un traspaso.

Pero no es precisamente el gol, aunque Poulsen sea un delantero de garantía, el fuerte de Dinamarca, cuya consistencia reside en el bloque, con una defensa infranqueable por alto, con el tándem Christensen-Kjaer, y un buen portero, Kasper Schmeichel, el hijo del legendario meta del United, que también ha hecho carrera en la Premier.

A tener en cuenta el doble pivote Hojbjerg-Delaney, y a Damgaard, de la Sampdoria, una de la revelaciones en la Serie A y todo un incordio para los rivales por la banda; y a Eriksen, pues todo el juego gira alrededor y además tiene gol.

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