- El Sanse se encuentra a solo un partido de ascender a Segunda División. Y su partido mañana en Almendralejo contra el Algeciras (20.00 horas) dictaminará si se gana o no un billete para la categoría de plata. Más allá de lo que suceda en tierras extremeñas, en cualquier caso, la presencia del filial realista en la fase final ya supone una buena noticia en sí misma, pues resulta garantía de futuro. Así lo indican los precedentes más cercanos, que nos remontan a 2006 y 2018 y muestran en ambos casos plantillas de las que el club ha obtenido un gran rendimiento deportivo.

Las esperanzas en Zubieta apuntan a que se repita la historia y a que el actual plantel del segundo equipo nutra en gran medida al del primero. Candidatos no faltan en la escuadra de Xabi Alonso, integrada por futbolistas llamados a ser promocionados. Los de Jon Pacheco, Urko González de Zárate y Robert Navarro quizás sean los nombres mejor situados. Pero, si hablamos de cantera, no existen las fotografías fijas: las trayectorias de unos y otros siempre quedan sujetas a padecer altibajos. Así, en un segundo escalón esperan también jugadores como Olasagasti, Lobete o incluso un Petxarroman que, pese a su edad (es el veterano del Sanse con 24 años) tiene un papel preponderante en la estructura del equipo. Y cabe citar igualmente la pujanza de elementos muy jóvenes que vienen derribando puertas en la factoría blanquiazul: Beñat Turrientes y Jon Karrikaburu, por ejemplo, aún tienen edad juvenil (nacieron en 2002, como el mencionado Robert Navarro).

El curso 2005-06

Puestos a bucear en la historia reciente del Sanse, el repaso a los dos últimos play-off disputados por el filial nos sitúa primero en la temporada 2005-06, correspondiente a una etapa delicada para el club. El Consejo de Administración de Denon Erreala, presidido por Miguel Fuentes, había accedido a los despachos de Anoeta durante el verano inmediatamente anterior. Las arcas de la entidad no presentaban el mejor estado. Y la salud deportiva del proyecto no era la más idónea. El primer equipo evitó el descenso por muy poco, en la antesala de la catástrofe de Mestalla solo un año después. Y, mientras, un muy buen grupo de canteranos se fogueó en la categoría de bronce. El mismo grupo que, tres temporadas después, sacaría del pozo a la propia Real.

Y es que aquella generación que pasó de Segunda a la Champions en menos de un lustro es la que disputó la recordada eliminatoria de ascenso contra el Las Palmas en junio de 2006. José Ramón Eizmendi concluyó aquella temporada en el banquillo de un equipo anteriormente dirigido por Gonzalo Arconada (le subieron en pleno curso para relevar a Amorrortu) y en cuyas filas militaban jugadores muy importantes en la historia de la institución. Un repaso a la lista de futbolistas que participaron en aquella campaña con el Sanse nos señala a ocho futbolistas que formarían luego la recordada plantilla del ascenso: Dani Estrada, Jon Ansotegi, Mikel González, Carlos Martínez, Gorka Elustondo, David Zurutuza e Imanol Agirretxe y Toño Ramírez (este hasta enero de 2010, cuando salió cedido al Tenerife B). También llegarían a competir en Primera División Xabi Castillo e Iñigo Díaz de Cerio, aunque ambos lo hicieron defendiendo los colores del Athletic, y Manu García (Alavés).

temporada 2017-18

Semejante lista de nombres propios debe ser recogida enumerando a otra serie de futbolistas. En este caso, a aquellos integrantes del Sanse 2017-18 que militan ahora en el primer equipo. Durante aquel curso, jugaron con el segundo plantel Andoni Gorosabel, Aihen Muñoz, Robin Le Normand, Ander Guevara, Martín Merquelanz, Luca Sangalli y Martín Zubimendi. Es decir, siete miembros del actual vestuario de Imanol Alguacil. No queda ahí la cosa, pues en aquella saga de potrillos también figuraba Álex Sola, claramente llamado a ser promocionado este verano. E, igualmente, aquel año jugó en el filial Aritz Arambarri, quien debutara arriba el pasado noviembre, contra el Celta en Balaídos.

El recuerdo de aquel Sanse de 2018 y el modo en que muchos de sus integrantes han alcanzado el primer equipo resulta muy distinto al de 2006. A los Agirretxe, Zurutuza y compañía se les abrió la puerta en un período de marcada necesidad, con el club viviendo penurias y recurriendo a la cantera por convicción pero también por obligación. Mientras, los Gorosabel, Aihen o Le Normand se han hecho un hueco arriba gracias a una filosofía mucho más instaurada ahora que hace una década, y con el primer equipo viviendo épocas de bonanza. Precisamente por ello, merece ser resaltado el nivel que estos jugadores están ofreciendo en la elite, pues se han enfrentado a un salto y a una exigencia superiores a los encarados por aquellos potrillos que disputaron el play-off contra Las Palmas quince años atrás. Posiblemente la figura de Imanol haya ayudado a que el proceso actual resulte exitoso, pues el oriotarra dirige ahora en la máxima competición a varios jugadores con los que trabajó en la cantera.

Lo cierto es que la afición txuri-urdin mira muy ilusionada a los resultados que, en el cortísimo plazo, puedan cosechar sus equipos este fin de semana. La primera plantilla puede acceder de nuevo a la Europa League, tras ganar la Copa además. Y el Sanse opta a ascender a Segunda. Pero, más allá de los marcadores ante Osasuna y Algeciras, queda la buena salud de un club que funciona y cuyo tercer plantel, entrenado por Sergio Francisco, ya ha subido a la nueva Segunda RFEF, cuarto escalón del fútbol estatal a partir del próximo curso. Existen motivos para confiar en que vendrán tiempos aún mejores.