No sonó la flauta en Valdebebas. El perfil algo menor de este Real Madrid respecto a temporadas previas y el duro compromiso europeo (contra el Liverpool) que los blancos juegan el martes podían invitar a albergar esperanzas. Pero la hazaña de puntuar en feudo merengue no se produjo y el Eibar pasará una semana más en puestos de descenso a Segunda. Se trata de una circunstancia que puede pesar en lo psicológico, pero tampoco conviene rasgarse las vestiduras después de lo de ayer. Perder este partido entraba dentro de lo previsible. Y los encuentros de la Liga armera, esa en la que se jugarán la permanencia en Primera, regresan dentro de unos días con la visita del Levante a Ipurua.

Como acostumbra a hacer, el equipo de José Luis Mendilibar fue atrevido ayer en Madrid, con presión arriba, líneas altas y desparpajo. Pero empezó a sufrir casi desde el pitido inicial y estuvo a punto de encajar un gol en el minuto tres, cuando Benzema, tras una cesión atrás de Pozo, se quedó solo ante Dmitrovic y no estuvo inspirado, fallando una gran ocasión de gol. En el minuto cinco, un centro de Marcelo lo remató de cabeza Benzema a gol, pero el colegiado señaló fuera de juego del francés. Por su parte, la ausencia de complejos del Eibar la demostró Arbilla en el minuto 19 con un disparo desde campo propio para intentar superar a Thibaut Courtois. Esa jugada y un tiro desviado de Pozo en el minuto 31 fueron los únicos acercamientos con peligro de un conjunto visitante que en el minuto 20 ya había recibido un primer golpe duro durante la contienda.

Bryan Gil vio entonces su quinta amarilla y será baja para la siguiente jornada en un partido trascendental por la salvación contra el Levante. Además, no pudo salir tras el descanso por molestias en el muslo derecho. Mientras, al filo del intermedio, el juego posicional del Real Madrid apareció con Marco Asensio como agitador, y al tercer intento le llegó el premio. Disparo de falta al travesaño en el minuto 21, gran gol de tacón que fue anulado por fuera de juego en el 36 y en el 41 logró marcar tras una recuperación de Casemiro. Asensio hizo un control orientado hacia la portería que le dejó solo ante Dmitrovic y definió con una rosca perfecta.

Fue un gol clave antes del descanso que dio tranquilidad a los de Zidane, pero que no duró mucho. La tormenta que cayó sobre el Di Stéfano a la hora de partido hizo al Real Madrid perder su dominio. El Eibar se sentía como en casa. Courtois se tuvo que emplear a fondo en el minuto 62 con un balón cedido que cogió más velocidad de la esperada por el viento y la intensa lluvia que arreciaba sobre la capital de España. El conjunto vasco sembró las dudas en el Real Madrid, pero no inquietó en exceso. Casemiro pudo sentenciar con un disparo desde la frontal, pero fue el tercer tanto anulado al conjunto blanco.

El que no perdonó fue Benzema, que marcó otro gol clave en una de las artes en las que se ha convertido en experto: el remate de cabeza. Vinicius firmó un centro perfecto desde la izquierda y el francés se levantó más que nadie para anotar su séptimo gol en cinco partidos en el minuto 72.

Restaba algo más de un cuarto de hora, pero la empresa se tornó ya imposible para el Eibar, cuya carrera por la continuidad en Primera comenzará de veras la semana que viene. Cuidado, porque el calendario no se presenta ni mucho menos sencillo para los armeros. En los nueve partidos restantes, deben medirse a rivales como Atlético de Madrid, Betis, Real Sociedad o Barcelona, por lo que los puntos van a seguir estando muy caros en el último tramo del campeonato.