- La Sociedad Deportiva Eibar recibe al Huesca con todas las alarmas de Ipurua encendidas ante la amenaza de caer a puestos de descenso (14.00 horas). El conjunto armero es 17º con 21 puntos, los mismos que un Valladolid y un Elche que están en posiciones que llevan a Segunda División. El conjunto oscense, por su parte, es colista con tan solo dos puntos menos que los guipuzcoanos, pero llega en un buen estado de forma y en la jornada anterior obtuvo un importante triunfo en El Alcoraz ante el Huesca. El Eibar, por el contrario, solo ha sido capaz de sumar dos puntos en los últimos siete partidos.

No lo tendrá fácil el cuadro de José Luis Mendilibar, que atraviesa posiblemente su situación más delicada desde que es el entrenador del cuadro armero, al que ha mantenido seis temporadas consecutivas en Primera División. El conjunto armero, además, informó a última hora de ayer del fallecimiento del padre de Marko Dmitrovic, por lo que el cancerbero tuvo que viajar a Serbia y no podrá guardar la meta armera en este partido.

No solo sería importante para el Eibar ganar para sumar los tres puntos, sino para situarse por encima del Huesca con una mejor diferencia de goles, dado que en el partido de ida empató en El Alcoraz.

Mendilibar ha recuperado para este encuentro a Kevin Rodrigues, que llevaba ya más de un mes en el dique seco por una lesión y que se ha entrenado esta semana con el equipo, aunque todavía puede ser pronto para que tenga minutos.

La única baja con la que contarán los guipuzcoanos será la de Rober Correa, que sigue recuperándose de una lesión muscular. Cote jugó la pasada semana por vez primera en esta temporada como titular y Mendilibar confía en que pueda aportar su mejor versión en este tramo liguero tan determinante para salvar la categoría. Los azulgranas se han enfrentado en las últimas jornadas a varios rivales directos en la lucha por la salvación sin poder conseguir la victoria, y la semana que viene le espera otro adversario que aún tiene cerca la zona baja de la clasificación, el Cádiz.

Para el Huesca, el partido es una ocasión de convencerse de que la permanencia es más posible que nunca, tras recortar tres puntos a la zona de permanencia y estar a solo dos puntos de la salvación. El entrenador José Rojo, Pacheta, ha apostado desde que se hizo cargo del equipo altoaragonés por un sistema de juego con cinco defensas y con Escriche y Rafa Mir delante, y cambia muy pocos jugadores en los partidos. Tiene un once perfilado y apenas lo mueve. Para este encuentro, sin embargo, cuenta con tres bajas, las de los lesionados Gastón Silva, Mosquera, y Luishino.

Ante el Eibar es muy factible que repita planteamiento al enfrentarse a un rival muy necesitado y muy intenso. Tan solo se atisba una posible variación en el centro del campo, ya que podría volver a jugar Doumbia en detrimento de David Ferreiro.

Pacheta y Mendilibar recalcaron que el encuentro de hoy e no será "una final", pero sí puede marcar el futuro inmediato de ambos equipos.