- El Eibar arranca mañana su preparación para afrontar su séptima temporada consecutiva en Primera División con muchas cuestiones por aclarar. El trabajo en el conjunto armero se centrará este verano más en los despachos de Ipurua que en el campo de entrenamiento de Atxabalpe, donde José Luis Mendilibar ha citado mañana a sus jugadores, una vez superen hoy las pruebas PCR que se les efectuarán como primer paso de esta nueva campaña. La más atípica de siempre por su incertidumbre, que no tiene visos de estabilizarse en el corto plazo.

Más allá de los contratiempos que pueda sufrir el club en su área económica, a causa de la crisis provocada por el COVID-19, en este Eibar ya no está su estrella, el chileno Fabián Orellana, ni Charles Dias, ni Pablo De Blasis, ni Gonzalo Escalante. Cuatro bajas muy sensibles para el equipo armero, a las que se suman las de Sebastián Cristóforo, que vuelve a la Fiorentina tras su cesión, y la de un viejo rockero, Iván Ramis, pieza importante en el vestuario, que cuelga las botas por culpa de las lesiones.

Además de sufrir la baja de jugadores de mucho valor en el equipo, Mendilibar se queda sin munición. Quince goles pierde el técnico de Zaldibar con la salida de Orellana y Charles, sus dos máximos goleadores (ocho dianas marcó el chileno, y siete el brasileño en el último curso), y un buen puñado de asistencias (diez de Orellana y tres de Pablo De Blasis). En Murcia tiene su esperanza puesta ahora el míster, con la permanencia en el equipo de Pedro León, que seguirá sumando su calidad y experiencia al equipo, y de otro canterano del Real Murcia, el killer Kike García.

Para suplir las carencias actuales del equipo, el club tiene puestas toda su confianza en Fran Garagarza, una de las piezas clave del ascenso y permanencia en la elite del Eibar. El mutrikuarra aseguraba la semana pasada que el mercado “va muy lento” y que mover fichar está “más complicado que nunca”. Dificultades añadidas contras las que hace frente el director deportivo, que cree que la situación va para largo.

Esta es una de las razones principales por las que Mendilibar no contará con todas sus piezas al comienzo de la pretemporada. Una situación compleja para el técnico, que espera tener cuanto antes a uno o dos centrocampistas que puedan suplir las bajas de Escalante y Cristóforo; un extremo que sirva de revulsivo ante la baja del vertiginoso De Blasis; y un lateral izquierdo que pueda dar descanso y competencia a Rafa Soares, único jugador de este perfil, tras la lesión de larga duración de Cote.

Con todo ello, 18 jugadores con contrato del primer equipo acudirán mañana al primer entrenamiento del nuevo curso en Atxabalpe, a los que hay que añadir los cedidos (José Antonio Martínez, Nano Mesa, Asier Benito, Kike Pina, Jordi Calavera y Roberto Olabe) y seis jugadores del filial: Jon Mikel Magunagoitia, Sergio Cubero, Unai Dufour, Miguel Ángel Atienza, Unai Arietaleanizbeaskoa y Eñaut Mendia.

El viernes, Mendilibar examinará las fuerzas de su equipo con una doble sesión de trabajo (por la mañana en Atxabalpe, y por la tarde en Ipurua), para cerrar la semana con un nuevo entrenamiento matutino el sábado en Atxabalpe.