- Ya lo consiguió hace una semana en Granada. Ahora, el Eibar vuelve a bajar al sur de España para un reto más difícil todavía: ganar esta noche a domicilio al Sevilla de Champions. Si logra dar la campanada en el Nervión, el Eibar volverá de la capital de Andalucía con pie y medio en la Liga del próximo curso. Ese es el objetivo número uno, dos y tres: sellar la permanencia cuanto antes.

La salvación pasa hoy por el Pizjuán, un campo complejo, pero que le trae buenos recuerdos a este Eibar. El año pasado, solo un gol de Sarabia en el descuento, impidió a los de Mendilibar llevarse los tres puntos. Por ello, y a pesar de las sensibles bajas de Fabián Orellana y Gonzalo Escalante, los armeros llegan a la capital hispalense con las armas en alto y muchas ganas de celebración.

El Eibar visita el estadio de Nervión tras caer en Ipurua ante Osasuna, que quebró la buena racha del equipo, que sumaba cuatro encuentros sin perder, con dos victorias seguidas antes de la derrota ante los rojillos. Ahora, las distancias con los puestos de descenso se han estrechado a los seis puntos, pero una victoria llevaría a los armeros hasta los 38 puntos, fijando la línea roja de Segunda, ocupada actualmente por el Mallorca (29 puntos), en nueve puntos, a falta de doce por repartirse.

El conjunto eibarrés deberá rehacerse lo antes posible de las salidas de Orellana y Escalante, cuyas ausencias se hicieron evidentes en la última derrota, donde la línea de creación armera rayó por debajo de su nivel habitual.

Vuelven a atisbarse cambios, como es costumbre en esta era del posconfinamiento, en la alineación de José Luis Mendilibar, en la que está alternando a todo su equipo, aunque se espera que jugadores que brillaron en el último encuentro como Pedro León, Kike García o el central Paulo Oliveira se mantengan en el once frente a un conjunto andaluz que busca sellar una plaza en la próxima Champions League.

Es probable que Mendilibar mire de reojo a su próximo encuentro contra el Leganés, una cita de oro para los armeros de hacerse con un triunfo que sería definitivo, aunque el técnico vizcaino ha demostrado esta temporada que es impredecible en sus alineaciones y que ningún jugador tiene el puesto asegurado.

El Sevilla de Lopetegui, que ha elogiado al Eibar y a su homólogo José Luis Mendilibar, podría apostar en el medio por más calidad que físico, con Óliver Torres, bigoleador en Leganés, en lugar del exjugador armero Joan Jordán, si bien es probable que se mantenga el catalán en el once para contrarrestar la potencia física del Eibar.

Los hispalenses serán un rival duro, ya que afrontan ante el conjunto azulgrana la primera de sus tres finales en una semana muy exigente para ellos, que completarán con un viaje a Bilbao el jueves, para enfrentarse al Athletic, y en casa, el domingo, ante el casi descendido Mallorca.

En este sentido, el equipo sevillista es fiel a las directrices de su entrenador, Julen Lopetegui, que reiteró en la previa del partido que deben centrarse en sí mismos, en un Eibar que, con tanta rotación, llega a este rush final en liga con los jugadores frescos y con las baterías de energía física y mental a rebosar.

Los armeros buscan la permanencia en un Pizjuán que les trae grandes recuerdos: el año pasado empataron y bien pudieron ganar