- La Sección Segunda de la Audiencia navarra pasará a la jurisprudencia por ser la primera en condenar a unos directivos del fútbol español y a unos jugadores por el delito de corrupción deportiva, es decir, por amañar partidos. El fallo, conocido ayer, se recurrirá ante el Supremo y concede a Osasuna la posibilidad de recuperar casi 3 millones de euros distraídos. Las juezas incluso consideran delito las primas a terceros y, así, anudan en un mismo pack el pago de 400.000 euros al Betis por ganar al Valladolid y otro de 250.000 euros para que los verdiblancos se dejaran vencer en Pamplona. Las juezas no entran en disquisiciones del tipo ¿cómo es posible que dos jugadores lesionados como Antonio Amaya y Xavi Torres fueran capaces de llevar a cabo el pacto en nombre de toda su plantilla? Tampoco aclaran quién conocía el acuerdo, quien se repartió el dinero o quien lo materializó en el césped. Las magistradas advierten de que el delito de corrupción se comete con la mera reunión para llegar a un pacto de este tipo. Y Amaya y Torres resultan ser los primeros futbolistas españoles condenados por amaños, porque se considera además que se reunieron con Vizcay y Peralta, que recibieron el efectivo en el garaje de Sevilla y que llamaron a menudo a los exresponsables de Osasuna para recordarles que el pacto era por un millón de euros y que lo habían incumplido. Pero la enorme envergadura de las condenas del caso no las alimenta en especial los amaños, sino el paradero desconocido de los 2,3 millones de euros que salieron del club durante el mandato de Archanco y la elaboración de dos documentos (un recibo a unos inmobiliarios catalanes amigos de Peralta por 900.000 euros y el contrato y facturas de Flefield por 1,4 millones) que se crearon exprofeso para ocultar dichas salidas. En esto, Vizcay --al que el tribunal le imputa además el conocimiento exclusivo de un préstamo de 600.000 euros del cuñado de Purroy, que no pasó ni por la contabilidad del club- se lleva la palma. Al confesor se le impone la pena más severa. 8 años y 8 meses de cárcel. Entre multas e indemnizaciones tiene que abonar casi 1,5 millones. Archanco, Pascual y Peralta son condenados a más de 6 años de prisión y Sancho Bandrés a 5,5 años por no participar en la corrupción deportiva. También se condena a los dos inmobiliarios (Valencia y Nolla) por firmar un recibo falso a sabiendas. El exdirector de la Fundación Osasuna, Diego Maquírriain, es absuelto porque dicen las juezas que no sabía nada del fin de los 400.000 euros que llevó a Sevilla.

Contra la corrupción. La Liga de Fútbol Profesional aseguró que la sentencia sobre el Caso Osasuna "refuerza" su trabajo desde hace años "en la lucha contra la corrupción y por defender la integridad de las competiciones futbolísticas frente a cualquier forma de adulteración, ya sea predeterminar un resultado o tratar de adulterar el curso de la competición".