Donostia - Después de 29 años con Ángel María Villar a su frente, la Federación Española de Fútbol se reunió ayer sin el imputado, en prisión desde el día 20 y suspendido desde el pasado martes por el Consejo Superior de Deportes. Así que el presidente de la Federación Guipuzcoana de Fútbol, Juan Luis Larrea, nombrado presidente en sustitución de Villar, fue el encargado de dirigir una asamblea en la que no se hizo “alusión alguna a Ángel, porque quiero que sea la Justicia la que decida. Yo he tenido una excelente relación con él y espero seguir teniéndola. A mí no me ha defraudado, sinceramente”, aseguró el propio Larrea tras la reunión, en la que fue el encargado de dar el discurso inaugural.

En él, el nuevo presidente aseguró que el fútbol estatal está formado por gente “extraordinariamente honesta”, alertó contra los “linchamientos prematuros, juicios sumarísimos ocasionales y ventajistas” y aseguró que no le cabe duda de la “legitimidad” de una Asamblea que se inició con 93 miembros presentes. Y es que la mayoría de los clubes profesionales se ausentaron a la primera reunión sin Villar, al secundar la recomendación de Javier Tebas, el máximo mandatario de LaLiga, de no acudir por considerar ilegítima la reunión. De hecho, Jokin Aperribay, de la Real Sociedad, Enrique Cerezo, del Atlético de Madrid, y Quico Catalán, del Levante, fueron los únicos presidentes presentes en la Ciudad del Fútbol, escenario de la asamblea. Aunque también estuvieron representantes de otros clubes como Espanyol y Real Madrid.

Asimismo, Larrea apuntó que se están escribiendo “ríos de tinta” y cosas que “igual salen de lugar” y también contestó a las declaraciones de Tebas, que llamaba tras el sorteo del calendario del pasado viernes a acabar con el “villarismo”: “Él sabrá por qué dice eso. Yo soy amigo de Ángel, si a eso se le denomina villarismo, yo diré que llevo media vida trabajando por el fútbol lo mejor que sé hacer, aquí, allí y en todos los sitios. No voy a decir nunca que no soy su amigo”. Aun así, el nuevo presidente de la RFEF, al ser cuestionado por la imputación de Villar, declaró: “Yo confío en mi inocencia, será la justicia la que decida lo que pasa con los demás”.

Respecto a la posibilidad de que se convoquen elecciones a la presidencia, el dirigente guipuzcoano dijo que ese asunto todavía no se ha planteado, ya que el objetivo más cercano es aprobar las cuentas en la asamblea convocada para el próximo lunes. “En principio estaré este mes entrante como presidente porque es inhábil y, a partir de ahí, celebraremos una Junta Directiva para tomar decisiones”, indicó Larrea, ahora al frente de la Federación tras aplicar el artículo 34.7 del estatuto, que asciende al miembro más antiguo de la misma. “Mi presidencia es una provisionalidad, es aplicar el estatuto. Me ha tocado a mí, cruzo los dedos y adelante, porque no tiene que haber ninguna comisión gestora”, concluyó.

La única voz discordante fue la de Óscar Garvín, presidente de ProLiga (Comisión de clubes de Segunda B y Tercera), quien cuestionó el reparto de los ingresos televisivos procedentes de la Copa, la Supercopa de España y del 1% de la venta centralizada de Primera y Segunda, todos ellos destinados a los clubes de competiciones no profesionales.

el día 31, nueva asamblea Respecto a la Asamblea General convocada para el próximo lunes 31 para aprobar las cuentas, Larrea explicó que han retrasado este aspecto, que estaba en el orden del día de la asamblea de ayer, para “quitar todas las salvedades” que pudieran tener las cuentas: “No hay ningún problema, pero hemos hecho unas correcciones por cambios de criterios contables. No entendíamos presentar unas cuentas precipitadamente, nos ha parecido oportuno trabajar unos días más con los auditores y presentar unas cuentas que no tengan ninguna mancha y se aprueben debidamente”.

Preguntado sobre si tiene algún temor respecto al procedimiento judicial del caso Soule, que dirige el juez Santiago Pedraz, dijo que no tiene “temor ninguno”, aunque reconoció que “por los demás no puede hablar.