- Mientras Carlos Rodríguez se dedica al ciclismo de forma profesional, dentro de la estructura de todo un Ineos, su compañero de generación Iñaki Díaz (Tolosa, 2001), segundo en aquella Gipuzkoa Klasika Junior 2019, compagina los entrenamientos matinales con las prácticas vespertinas. Mira a la élite con ambición y la idea de terminar dando el salto a la misma. De momento, sin embargo, se dispone a iniciar su segundo año en categoría sub-23, integrando la plantilla del filial del Caja Rural.

“Sí, claro que le vi a Carlos en el Ventoux. Lo que hizo fue increíble. Yo creo que ni él mismo se lo esperaba”, analiza Díaz para este periódico durante su único momento libre de la jornada, el mediodía. Tras pasar por la ducha y ya de camino a cumplir con sus obligaciones académicas, reconoce, eso sí, que no pudo seguir en directo la carrera del sábado. “Competí en el Essor Basque. He iniciado la temporada con buenas sensaciones”.

Sobre aquella temporada de hace dos años en la que compartió categoría junior y competiciones con el actual ciclista del Ineos, recuerda que Rodríguez “ya demostró entonces de lo que era capaz”. Preguntado por si el andaluz es un súper dotado de las dos ruedas, Iñaki Díaz viene a responder que sí, pero puntualiza su contestación. “Tiene unas cualidades innegables, pero es que además se lo curra muchísimo”, subraya sobre el trabajo de Rodríguez. “No te voy a negar que a todos nos sorprendió saber que desde juveniles le subían directamente al Ineos. No es algo muy común. Pero Carlos está demostrando con su rendimiento que merecía dar un paso así. Estos días se está hablando mucho de él, pero incluso el año pasado ya hizo sus cositas”.

Díaz conoce bien a Rodríguez. Compartió con él la selección española junior que en 2019 acudió al Europeo de los Países Bajos. Meses antes, habían coincidido en el podio de la mencionada Gipuzkoa Klasika, decidida desde un corte de ocho ciclistas cuya composición, dos años después, quita el hipo. Ganó el propio Rodríguez (Ineos). Tercero fue el valenciano Juan Ayuso, fichado esta temporada por el UAE de Pogacar (él correrá cedido hasta verano en el Colpack italiano). Ocupó la quinta plaza el madrileño Raúl García Pierna (Kern Pharma), que este curso ya ha tenido tiempo de destacar en su debut como profesional. Y cerró el grupo en meta el navarro Igor Arrieta, una de las más firmes promesas del pelotón estatal sub-23 (competirá este año en el Lizarte).

“Había nivel, sí”, repasa Díaz entre risas. Aquel día no pudo hacer frente al ataque de Carlos Rodríguez, pero ganó el sprint al resto de escapados para ser segundo. La actuación supone una muy referencia en su currículum ciclista, aunque Iñaki se lo toma con calma. “Ahora, con los Evenepoel y compañía, parece que si pasas dos años en el campo sub-23 ya estás perdiendo el tiempo. Pero yo creo que es bueno para crecer. Además, aquí en Euskadi tenemos buen calendario y corremos muchas carreras. Ojalá pueda terminar dando el salto a profesionales. Trabajo para ello y creo que estoy siguiendo el camino más habitual”.

“A todos nos sorprendió que pasara directamente de juniors al Ineos, pero ha demostrado merecerlo”

Ciclista del filial del Caja Rural